Facua alerta de visitas de “comerciales fraudulentos”

Los jiennenses no son ajenos a las visitas de los comerciales y las llamadas al timbre de sus hogares. Sin embargo, según denuncia la Facua Jaén, actualmente crece el número de vendedores que “camuflan” su identidad o, directamente, usurpan la de otro miembro de una entidad “fiable” para lograr contrataciones en compañías de energía eléctrica. La Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía alerta de la multitud de solicitudes que reciben en las que piden información y asesoramiento con respecto a las repetidas visitas. Según se detalla, los comerciales acuden a los hogares de miles de jiennenses y, bajo la oferta de una nueva promoción que abarate el servicio eléctrico, realizan contrataciones que encarecen “por mucho” las tarifas que poseen.

El objetivo principal de los comerciales, tal como describen desde la asociación, es “animar” a los consumidores acogidos al Precio Voluntario Para el Pequeño Consumidor (PVPC) o bono social a que contraten tarifas libres con ofertas y campañas “engañosas” que terminan por encarecer el precio final de su factura, además de otras actuaciones “falsas” que perjudican a los consumidores, como son, no aplicación de las condiciones ofertadas por los comerciales, cambios de contratos no solicitados, inclusión de seguros indeseados o la adquisición de servicios de empresa en viviendas habituales no vinculadas con actividades económicas, entre otras. Felipe Serrano, secretario general y portavoz de la Facua Jaén advierte especialmente de los métodos usados por los vendedores, que “disimulan” sus intenciones con unas credenciales inexistentes. “Alguno incluso se ha hecho pasar por miembro de la Facua, presentan al propietario de la vivienda una identificación que ellos mismos han creado para que la persona confíe y les permita acceder a su casa, así como que escuche con más atención sus palabras”, declara Serrano. De hecho “se aprovechan” de la imagen de la asociación para lograr sus objetivos. Los vendedores suelen convencer a los usuarios de que les dejen una factura eléctrica y la fotografían, así como los documentos de identificación de los consumidores para, a continuación, hacer el cambio de contrato que interesa a los comerciales.

A pesar de que los afectados son de un amplio rango de edad, las personas mayores representan a las “víctimas” más “habituales”. “Son el sector más vulnerable, abren la puerta y, si hace falta, hasta invitan a un café”, comenta Serrano, y aporta: “Los más jóvenes sí están más formados, pero pueden caer igualmente en su trampa en cuanto les hablan de rebajas y descuentos de hasta un 10 por ciento en la factura y entran al trapo”. Uno de los consejos que dan desde la asociación es “sospechar y dudar siempre”. “Lo importante es informarse bien y desconfiar de aquella persona que dice que va a hacer que el usuario pague menos, pues son ofertas que, a priori, van en contra de la empresa”. Sugieren llamar a la propia compañía eléctrica y confirmar con ellos sin han enviado a un comercial para trabajar en su nombre o no.

Esta situación fue alertada mediante denuncia pública por Facua y están en colaboración con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para la aportación de la documentación oportuna con respecto a los “engaños” de los consumidores, pero creen conveniente que desde los Organismos de Consumo se evalúe estas incidencias y que procedan a sancionar esta circunstancia.