Encuentran en buen estado los dos cristos desaparecidos

Punto final al culebrón del doble robo de crucifijos. La Policía Nacional logró recuperar en buen estado las imágenes del Cristo de la Luz y del Cristo de Burgos —también conocido como Cristo de Los Tres Huevos—, que llevaban desaparecidas desde hacía varios días: desde el domingo el primero y desde el lunes el segundo. Sus hornacinas no tenían grandes daños y sus cristales estaban intactos, pero alguien había extraído los cristos tras separarlos de sus cruces, que sí estaban en sus respectivas hornacinas. La Hermandad de la Piedad y Estrella y la Hermandad de la Expiración habían denunciado ambos casos de supuesto robo ante la Policía Nacional, y precisamente uno de los dos colectivos cofrades, la Expiración, confirmó a este periódico el hallazgo policial de ambas imágenes. Lo que no ha podido contrastar Diario JAÉN es la identidad del usurpador o usurpadores y las medidas emprendidas en su contra, de haberse tomado.

Especulaciones ha habido y hay muchas, con los corrillos y las redes sociales como caldos de cultivo. En un principio algunas publicaciones y comentarios apuntaron a “un conocido drogadicto” de la ciudad como autor de los robos. También hay quien afirma que, tras conocerse la desaparición de ambos crucifijos, un hombre al que es habitual ver por las calles de la capital trató de venderle unas papeletas. Su intención, según decía, era reunir dinero para sufragar la restauración del Cristo de la Luz. Consigo llevaba, de acuerdo a este relato, un crucifijo. Si era, en efecto, el de la Luz o si el individuo mentía, se desconoce.

Más allá de especulaciones, la historia ha terminado con final feliz. La desaparición de los crucifijos provocó dolor e indignación en el mundo cofrade y religioso de la ciudad. De escaso valor material y artístico, las imágenes sí son muy queridas y veneradas, sobre todo la del Cristo de la Luz. Su hornacina se halla en la calle Doctor García Anguita, esquina con la calle Muralla y cerca de las escaleras que dan a la calle Álamos. Se le rinde culto desde el siglo XVIII, aunque la figura actual data de 1939, después de que la anterior fuera destruida durante la Guerra Civil. Por su parte, la hornacina del Cristo de Burgos se encuentra en la Plaza de la Purísima Concepción, aunque antes estuvo en una casa de la calle García Requena, antes llamada Recogidas. El inmueble fue demolido en 2011, y la Hermandad de la Piedad y Estrella recuperó la hornacina en 2013.