“Esperamos con ganas salir a la calle el año que viene”

ÚRSULA COLMENERO HERMANA MAYOR DE LA COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA

12 jun 2020 / 09:04 H.
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Y Jaén entera desempolvó de nuevo los trajes de chirri y pastira. Madrugaron, como cada 11 de junio, para ver a su patrona, la Virgen de la Capilla, que en esta ocasión se quedaría intramuros de la basílica menor de San Ildefonso debido a ese “bichito” invisible llamado covid-19. No hubo procesión, pero eso no deslució un día para la fe y la devoción más profunda.

Cinco minutos restaban para que las manecillas del reloj marcaran las once de la mañana, hora prevista para el inicio de la misa en honor de la Virgen de la Capilla. Muchos eran los fieles que se agolpaban a las puertas de San Ildefonso para, al menos, poder ver a la patrona desde fuera, puesto que el aforo del templo estaba muy limitado con el objetivo de respetar a rajatabla el distanciamiento.

En la calle todo eran murmullos. “¿Qué hacen el cura y la hermana mayor en la puerta?”, preguntó Juana al aire. “Esperarán la llegada del obispo”, contestó Encarna, su acompañante, y es que, efectivamente, otra señora que allí se encontraba despejó toda duda.

“Por ahí viene el obispo”, dijo, a lo que Encarna no dudó en aclarar: “¿Ves? Qué lista soy...”. Las campanas sonaban para marcar que ya eran las once de la mañana y el obispo, Amadeo Rodríguez Magro, doblaba la esquina de la calle Vicente Montuno Morente junto con el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas. Una vez llegaron a las puertas del templo, allí estaba el párroco, Pedro Ortega Ulloa, acompañado de la hermana mayor de la cofradía de la Virgen de la Capilla, Úrsula Colmenero. Tras un poco protocolario saludo debido al coronavirus, se dispusieron a entrar a la basílica para el inicio de una misa que oficiaría el propio obispo de la Diócesis.

Él cogió la batuta de un día cuanto menos atípico debido a las circunstancias en las que se celebró. Todo estaba preparado, los fieles y autoridades se dispusieron en los bancos de la basílica de San Ildefonso con el debido respeto a los dos metros de distancia que se deben guardar entre personas. Entonces, tras una música que evocaba un mensaje celestial, el obispo tomó las riendas para ofrecer una homilía que, como punto de diferencia con respecto a años anteriores, giró en torno a las víctimas que el coronavirus se ha cobrado en la capital, para que la Virgen de la Capilla “los guarde en su seno” y, por supuesto, para que la pandemia del coronavirus desaparezca por completo más pronto que tarde. En lo que concierne al resto del mensaje que transmitió el obispo, nada se salió de lo común en un día en el que la diferencia la marcaban la marea de mascarillas que se veía desde el altar y, por supuesto, que en esta ocasión la patrona no iba a procesionar por las calles de la capital.

Fueron numerosas autoridades las que acudieron a la gran cita anual con la Virgen de la Capilla. En la basílica se pudo ver a parte de la Corporación municipal e incluso a la subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño. El alcalde, Julio Millán, acompañado de la primera y segunda teniente de alcalde, África Colomo y María Cantos, respectivamente; el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, y dos concejales de la oposición —Salud Anguita (Vox) y Manuel Bonilla (Partido Popular)—.

El regidor realizó una ofrenda floral —esa no estaba prohibida— en nombre del Ayuntamiento ante la imagen de la patrona, que portaba el bastón de mando de la ciudad. La Agrupación de Cofradías y la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres también realizaron dos ofrendas florales a la conclusión de la homilía debido a que la ofrenda tradicional e incluso algunas actividades lúdicas quedaron alteradas debido a la incidencia de la covid-19.

Eso no impidió, sin embargo, que no hubiera alguna actividad fuera de lo programado pero que se realizó con todas las medidas de seguridad. Al finalizar la homilía, en la Plaza de San Ildefonso, la Banda Municipal de Música interpretó algunas partituras, entre ellas las del himno de Jaén. Y, además, desde la Asociación Lola Torres realizaron un baile para el deleite de los allí presentes. Eso sí, a los danzarines no les faltó el tradicional traje de chirris y pastiras.

Una misa atípica en la que hubo algún enfado por la cancelación de la ofrenda floral pero en la que todo transcurrió en la más absoluta normalidad. Al menos, toda la que permite la pandemia actual.

—Cuando se decretó el estado de alarma, ¿esperaba que esta celebración iba a ser diferente?

—Claro, eso ya lo esperábamos.

—¿Cómo han sido los preparativos de la misa teniendo en cuenta los cambios de fases?

—Nosotros, por estar ya en la Fase 3, hemos tenido la suerte de poder celebrarla. Pero claro, con mucha cautela y muchísimo cuidado... Hay gente que se ha quedado fuera porque el aforo ya estaba completo. Por ese motivo hemos abierto las puertas de la basílica menor para que entre la gente que ha acudido hasta aquí para ver a la patrona, puesto que la procesión tampoco se va a realizar. Por lo demás, todo estuvo dentro de la normalidad.

—¿Ha habido mucha diferencia con respecto a otros años?

—Ha sido muy diferente... Todo, todo ha sido en petición a los que han fallecido en la ciudad de Jaén... Aquí está su patrona... Hemos pedido por ellos, que ella los haya acogido bajo su manto.

—Ahora entran algunas personas a ver a la Virgen de la Capilla, ¿fue complicado controlar la devoción de la gente?

—No, no, no. Ha sido la gente muy respetuosa con todo este tema. Se han sentado como se les ha indicado, todo esto lo organizaba el párroco junto a nosotros, pero al final es él quien tiene que dirigir esto... Ha sido más difícil, más complicado y, por supuesto, nos ha conllevado algo más de trabajo porque no es lo mismo que se llenen todos los bancos... Pero bueno, diferente.

—¿Tiene el deseo de que el año que viene los jiennenses puedan ver de nuevo procesionar por las calles la imagen de su patrona, la Virgen de la Capilla?

—Eso es lo que le pedimos a ella... Que esto remita, que termine ya y le pedimos a la Santísima Virgen que nos ayude para que esto acabe y poder llegar otra vez a la normalidad en todos los sentidos, para todas las personas, para sus trabajos y para todo...

—Un mensaje diferente, ¿no?

—Claro, en función de lo que ahora nos hace falta. Como le digo, en la homilía se recordó a las víctimas de la covid-19 en la capital y le pedimos a la Virgen de la Capilla que los tenga con ella. También se agradeció la labor a los sanitarios jiennenses.

Jaén