El yoga, el mejor método de desconexión ante el virus

Elena Fernández imparte clases los martes y jueves en el parque del Bulevar

17 jun 2020 / 17:01 H.
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Un punto y a parte en medio de la velocidad del día a día, marcado también por la vorágine informativa vinculada a la pandemia. El yoga ofrece esta posibilidad para desconectar, por unos minutos, de este periodo que afronta la sociedad.

Desde hace una semana, aproximadamente, una retícula de césped del parque del Bulevar se ha convertido en esa burbuja para aislare de todo aquello que lleve a pensar en el covid-19. Elena Fernández es una monitora que imparte clase cada martes y jueves a partir de las 20:00 horas en la tercera parte de dicho parque, la más cercana a la glorieta de La Pajarita. Instructora certificada de “yoga vinyasa Flow” y “yoga coach” por el Instituto Europeo de Yoga, Fernández posee el título de instructora de yoga para niños y actualmente me estoy formando en yoga miofascial. Trabajo como instructora de yoga en el Safid en la UJA, en un gimnasio y doy clases presenciales y online en Soul Dance. El tipo de yoga que practica es yoga clásico con toques de “yoga Flow”, que es una modalidad más fluida en el que se aúnan movimientos rítmicos con la respiración, prestando mucha atención a la biomecánica del cuerpo, para hacernos más flexibles y fuertes con la práctica.

Estas clases al aire libre han tenido una gran acogida, pues de media suelen acudir en torno a una decena de personas. “Acuden personas de todo tipo de edades y estoy muy contenta por ello”, insiste Fernández, quien apunta que para este domingo, Día Internacional del Yoga, quiere celebrar una actividad más alejada de la ciudad.

En cuanto a las participantes, todas comparten la misma sensación: “Cuando vienen al día siguiente, la mayoría me destacan lo bien que han dormido cada noche”. Muchas de estas alumnas optan por apuntarse todo el mes, otras en cambio 15 días y algunas van a algunas clases sueltas, pero es tal el poder de enganche y el ánimo positivo que dan estas clases que, como resalta Fernández: “Todas las que vienen a una clase suelta suelen repetir”. Unas clases en las que, por supuesto, cada una lleva su propia esterilla, material y se mantienen las distancias de seguridad social.

En definitiva, este tipo de prácticas deportiva favorecen no solamente la flexibilidad, sino también potenciar la capacidad mental y afrontar con una actitud más positiva una cotidianidad que trata de resurgir tras el golpe que ha provocado la covid-19.

Jaén