El “tsunami” arrasa en el Santo Reino

Una gran concentración en defensa de la sanidad pública de calidad reúne a las provincias de Jaén, Granada y Huelva

17 dic 2016 / 21:32 H.

Riadas de personas suben las avenidas principales de la ciudad para concentrarse en el Parque de la Concordia. Pancartas, globos blancos, altavoces. Se quieren hacer escuchar porque son conscientes de que hay un “caos” en uno de los pilares básicos que sustentan el sistema social andaluz: la sanidad. Desde los viales de la Ronda de Marroquíes Bajos, oleadas de gente llegan hasta el céntrico parque, donde un escenario bien iluminado eleva a los portavoces. Trabajadores de la sanidad pública de Jaén, Granada y Huelva toman el micro para explicar, para “encender”, para aclarar, para recriminar. Sobre las tablas, las pancartas también toman su protagonismo con mensajes muy directos, especialmente, a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que, en ese momento, se encuentra a unos 3,4 kilómetros de distancia, en la Ifeja, donde celebra el décimo aniversario de la Ley de la Dependencia, junto con José Luis Rodríguez Zapatero y los socialistas andaluces. Unas 2.000 personas, según fuentes policiales, acaban concentradas en La Concordia con un objetivo muy claro: que se tomen ya cartas en el asunto para acabar con el “caos sanitario” y se pongan en marcha medidas para mejorar la sanidad pública ante los “recortes” que han mermado su calidad.

Cada uno con su problema, pero procedente del mismo servicio público. Mareas convertidas en un tsunami dispuesto a curar una sanidad malherida, según las miles de almas reunidas. Arriba, los trabajadores de la cocina de “El Neveral”, la ya popular “Marea del Cucharón”, reciben y se hermanan con el promotor del movimiento ciudadano granadino: Jesús Candel —conocido como “Spiriman”— y con los onubenses —“La Cenicienta de Andalucía”, como dice su portavoz, Paloma Ergueta—.

Los trabajadores de los servicios de telefonía, como Salud Responde o el 061, también alzan su voz: “No puede ser que una mujer maltratada tenga que esperar cuando llama al teléfono de atención porque no hay trabajadores suficientes”, critica Antonio Higueras, de Salud Responde, quien muestra su repulsa a las subcontratas, a las privatizaciones, a la mercantilización de la sanidad. Es el turno de Paloma Ergueta —a la que Candel bautiza como “spiriwoman”—. De repente, la voz femenina desprende una retahíla de deficiencias que padece la provincia y que “enerva” a la masa. “No tenemos ni un chare”, denuncia y aporta su solución: “Tenemos que unirnos”. El mediático “Spiriman” se coloca una nariz de payaso. “No me van a ridicularizar más”, dice, con descaro, y cuenta el origen de su movimiento en Granada y que pretende contar con unas “urgencias finalistas” y dos hospitales en funcionamiento. “La única interlocutora es Susana Díaz. Que tomen cartas en el asunto y dimitan los ideólogos y los puestos intermedios”, apunta Candel, mientras los asistentes gritan “¡dimisión!”. El joven sanitario se despide con su grito de guerra, ataviado con su gorra y sus gafas de sol: “¡Ouh, Jeah!”.

Portadores de un ataúd, atravesado por una espada, y de una olla repleta de globos blancos, los anfitriones, la Marea del Cucharón, muestran simbólicamente sus temores por el futuro de “El Neveral”. “Al final se lo van a cargar, pero no lo vamos a consentir”, grita el portavoz del colectivo, Andrés Gómez, quien se dirige a los presentes: “Todos luchamos por la misma sanidad de calidad”. Gómez, arropado por el “tsunami humano”, sigue: “Que quiten ya la vergonzosa cama triple y abran las dos plantas de ‘El Neveral’, para tener más plantilla y más calidad. Y que traten con dignidad a los pacientes”.

treinta autobuses visitantes

Según la organización llegaron 30 autobuses desde Granada y Huelva. Los últimos en sumarse a la concentración vinieron desde la Ronda de Marroquíes Bajos donde subieron cientos de personas procedentes de Granada que anduvieron hasta el Parque de la Concordia. Un paseo que fue criticado por los más mayores. El jefe de Policía, Rafael Domingo, indicó que los aparcamientos se organizaron para evitar el colapso en la ciudad.