El profesor Alarcón rescata las crónicas de guerra de Oselito

La vida y la obra del personaje de Andrés Martínez de León, en un libro

28 sep 2018 / 12:14 H.

El profesor del Departamento de Filología Española de la UJA Rafael Alarcón edita y estudia en “Las crónicas de Oselito en Frente Sur, Frente Extremeño y Frente Rojo” las crónicas publicadas por Andrés Martínez de León, protagonizadas por Oselito, en Jaén, Castuera y Valencia durante la Guerra Civil, que nunca antes se habían reunido en libro. La obra ha sido publicada por Guillermo Escolar Editor.

Martínez de León (1895-1978), “periodista del dibujo” y padre de “Oselito”, pintor y escritor, fue durante cincuenta años uno de los cronistas gráficos más importantes de su tiempo. Gran aficionado a la lidia y al fútbol, a los que dedicó miles de viñetas y artículos, ilustró también numerosos libros y escribió varios, como un curioso diario de viaje, lleno de humor, a la URSS. También ayudó a la Segunda República con su lápiz y su pluma, en los años del conflicto bélico. Pese a la gran actividad que desplegó en prensa y a su amistad con Blas Infante, Chaves Nogales, Pedro Garfias, José Herrera Petere o Miguel Hernández, entre otros escritores e intelectuales, todavía hoy es un gran desconocido para la mayoría del público. “Buena parte de sus mejores textos y dibujos siguen enterrados en publicaciones periódicas: algunos tan importantes como los que se editan y analizan en este volumen”, explica el profesor Alarcón.

El estudio entrelaza su vida y obra desde el inicio hasta el final de sus vida, aunque se detiene especialmente en el periodo de 1936-1939. Aporta datos desconocidos sobre su relación con Hernández en el frente de Jaén y Extremadura y en la prisión de Conde de Toreno, en Madrid, así como información sobre poemas y dibujos que se intercambiaron. También incluye documentación gráfica poco conocida. Oselito escribió sus crónicas con humor e inteligencia; en primera persona, relató su llegada a Jaén y Castuera, el contraste con Madrid, un mitin donde intervino Pasionaria en la capital, otro donde Hernández recita “Aceituneros, viajes por el frente, pueblos por los que pasa, escaramuzas bélicas y un largo etcétera. “Se burla de sí mismo, de los suyos y de sus enemigos. Ironiza sobre el aceite, las cuestas o el viento de Jaén y alaba sus calles y a sus mujeres. En un par de ocasiones emplea el motivo del sueño y en otros dos, la invención delirante: el “parque temático faccioso” del Santuario de la Cabeza y la toma de Sanlúcar por la ‘Colurna Oselito”, afirma Alarcón.