El precio del aceite, en caída libre, baja un 12% en un año

Hace un año comenzaron las protestas del olivar por los bajos precios del aceite. El sector estaba sumido en una crisis en la que no era rentable el producto. 365 días después, la situación es aún peor y sin vistas a cambiar a corto plazo. Durante mayo, el aceite de oliva virgen extra se vendió a un precio medio de 2,06 euros el kilo, un valor muy inferior comparado con el mismo mes de 2019, cuando se ofertaba 24 céntimos más, a 2,3. Un dato que supone que el producto ha caído un 12% en un año. Además, España es el país que más bajo tiene el precio, dentro de las naciones más productoras de aceite, aunque en Italia, la rebaja ha sido del 33 por ciento en los últimos 365 días, con un precio medio de 3,46 euros el kilo, mientras que en Grecia ha sido del 20%, con un valor de 2,17. Aún así, hay que destacar que España parte de precios más competitivos que los que se marcaban en Italia, con lo que el ajuste a la baja tiene una mayor incidencia.

En cuanto a la categoría de aceite virgen, el descalabro de los precios en el mercado italiano ha sido mayor, donde ha experimentado una caída del 45%, respecto al mismo periodo del año anterior, con un precio de 1,91 euros el kilo, seguido de un recorte del 44 por ciento en Grecia, donde se ha vendido a 1,41, y menos significativa en España, que se ha quedado en el 15%, con un valor medio de 1,75, según el balance sobre el comportamiento de los precios del aceite de la Comisión Europea.

Respecto al comportamiento de los precios en el mes de mayo, en relación con abril, hay que señalar que solo en España han caído sus cotizaciones en origen en la categoría de virgen extra, con una bajada del 2%, mientras que Italia y Grecia se muestran más firmes, con repuntes del 2 y 3 por ciento, respectivamente. Por su parte, el aceite virgen ha sufrido una caída más pronunciada, del 4% con respecto a abril en el país ibérico, mientras que en el heleno y transalpino subieron un 4 y 2 por ciento. De esta manera, se puede ver cómo las reivindicaciones del olivar durante el último año, con protestas constantes, no han servido para dar un vuelco a la crisis de precios que sufre el sector. Es más, los valores han seguido cayendo y ahora los agricultores confían en las medidas propuestas por el Gobierno de España para dar un vuelco a la situación.