El perro que atacó de muerte a un niño se encontraba atado

El abuelo del menor tiene en regla la documentación del animal

21 jun 2016 / 13:30 H.

A falta de algunos flecos, la Guardia Civil de Jaén tiene prácticamente concluida la investigación abierta por la muerte del pequeño José Antonio, un niño de cuatro años que falleció por el ataque mortal de un perro en la parcela que su abuelo tiene en la zona de Pago Pozuela. Las pesquisas del Instituto Armado parecen confirmar que lo ocurrido fue un trágico cúmulo de infortunios: la curiosidad infantil se unió a la ferocidad de un animal de grandes dimensiones que, pese a encontrarse atado, fue capaz de alcanzar al pequeño José Antonio. El resultado fue terrible.

Ayer, los agentes pudieron tomar declaración al abuelo del niño para tratar de reconstruir lo que pasó en su parcela el pasado viernes, entre las siete y las siete y media de la tarde. Todo hace indicar que el niño y su hermana, de 10 años, salieron de la casa familiar, ubicada en una zona contigua al lugar en el que están los perros de su abuelo —el hombre cría y mantiene rehalas de caza—. Querían ir a ver los cachorros que había dado a luz otra perra recientemente. Para llegar a esa zona, tenían que pasar obligatoriamente cerca del animal. Según las primeras hipótesis y a falta del informe final del veterinario, el can es un cruce de sabueso y dogo y formaba parte de una de las rehalas, a pesar de que estaba separado de su grupo.

“La mala fortuna” quiso que José Antonio y su hermana pasaran demasiado cerca del perro, en el área de acción por el que la cadena le permitía moverse. El perro atacó al niño y le causó gravísimas heridas en el cuello y en la cara. Su propia familia lo trasladó al Hospital Materno-Infantil, donde quedó ingresado en estado crítico. Falleció de madrugada, sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarle la vida.

A partir de ahí, la Guardia Civil abrió una investigación para tratar de aclarar lo sucedido. Los agentes requirieron al abuelo del niño la documentación sobre el animal. Todo estaba en regla, según sostienen fuentes oficiales de la Comandancia. El perro tenía microchip, la cartilla sanitaria actualizada y todas las vacunas preceptivas inoculadas en tiempo y forma. Además, también contaba con el seguro de responsabilidad exigible para la tenencia de estos animales. Las mismas fuentes de la Comandancia explican que no le es aplicable la catalogación de potencialmente peligroso o no, ya que esta normativa solo se tiene en cuenta para animales domésticos y, en este caso, pertenece a una rehala de caza. El perro fue analizado ayer por la mañana por un veterinario. El protocolo para estas situaciones obliga a aislarlo por completo durante un período mínimo de catorce días. Se trata de averiguar si el animal está contagiado de rabia. Hay que recordar que, después de atacar al niño, fue encerrado por su abuelo en unas dependencias de la parcela, donde permanece en depósito hasta que pasen los plazos legales.

El atestado confeccionado por la Guardia Civil de Jaén será remitido al Juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia durante esta semana. Todo hace indicar que el magistrado Miguel Sánchez-Gasca determinará el archivo de las actuaciones abiertas a la vista de que lo ocurrido fue un trágico accidente.

Dolor y consternación en Ibros, el municipio en que nació el pequeño

Durante todo el fin de semana, las banderas del Ayuntamiento de Ibros han estado a media asta. Simbolizaban el dolor de un pueblo en el que el pequeño José Antonio nació y en el que se crió hasta el pasado mes de septiembre, cuando sus padres decidieron mudarse a Jaén. En este municipio de La Loma se cumplieron ayer los tres días de luto oficial decretados por la Corporación Municipal como señal de duelo por el fallecimiento del niño, atacado por un perro en una parcela del Puente Tablas. “Es lo menos que podíamos hacer por una familia que es muy querida y apreciada en nuestro pueblo”, explica el alcalde, Luis Carmona. Toda la familia paterna es originaria de Ibros, mientras que la madre del pequeño es natural de la capital. A principios de este curso escolar, el matrimonio decidió fijar su residencia en Jaén, en concreto en una vivienda ubicada en la misma parcela donde ocurrieron los hechos. No obstante, volvían al pueblo siempre que podían, tal y como explica el alcalde.

El perfil oficial de Facebook del Ayuntamiento de Ibros se llenó de mensajes de condolencias con la familia del menor, que fue incinerado el pasado fin de semana en uno de los tanatorios de la capital.