El “Pechugas” vuelve al banquillo por extorsión
Josué A. U. niega que cobrara por la fuerza las deudas de un empresario

A pesar de estar preso, Josué A. U. sigue haciendo honor a su apodo, “El Pechugas”. Sus allegados lo conocen así porque luce unos voluminosos pectorales, fruto de la magia del gimnasio. A este linarense le gusta trabajar y exhibir sus músculos, incluso cuando sale de la cárcel, donde está cumpliendo condena por la operación “Triunfal” y por el supuesto linchamiento de policías en la Estación Linares-Baeza, un episodio de inusitada violencia que fue portada de los telediarios nacionales. “El Pechugas” ha vuelto al banquillo esta semana. Lo hizo acompañado de varios familiares pertenecientes a los clanes de “Los Alicantinos” y de los “Mallarines”. Todos tenían que responder por la extorsión a dos vecinos de Linares, padre e hijo, a los que prestaron dinero con intereses leoninos y, después, intentaron cobrarse la deuda con amenazas y agresiones. Diez de los once acusados aceptaron los hechos y fueron condenados “in voce” por el Penal 1 a castigos que oscilan entre el año y los dos años de prisión. Sin embargo, “El Pechugas” se declaró inocente: “Yo no sé nada de eso”, dijo al tribunal. Vestido con una llamativa camiseta de licra de color azul, que le permitía presumir de su desarrollada musculatura, Josué A. U. negó una y otra vez su participación en los hechos. Completó el “look” con una gafas de cristales ahumados y dos pendientes muy brillantes.
¿Qué fue lo que pasó? Miembros del clan de los “Mallarines contactaron con un empresario de Linares que estaba pasando por problemas económicos. Se ofrecieron a echarle un cable con un crédito “sin intereses”. La víctima aceptó que le prestaran 1.000 euros. Fue su perdición. La deuda se fue multiplicando debido a los réditos desorbitados que le exigieron a partir de entonces. En ese momento, entraron en escena más miembros del clan, que le iban proponiendo acogerse a nuevos préstamos y que generaron más y más intereses. El hombre se vio incapaz de poder hacerles frente y los acusados lo amenazaron de muerte a él y a su familia para que pagara. En noviembre de 2017, la víctima huyó de Linares y se refugió en Galicia. Los procesados no se quedaron de brazos cruzados y comenzaron a presionar a familiares del perjudicado, en concreto a sus padres. Le hicieron sucesivas visitas a su domicilio y a su negocio para exigirle la supuesta deuda que había contraído su hijo. Los progenitores fueron afrontando los pagos. De hecho, la familia llegó a entregar unos 20.000 euros a los acusados cuando el dinero prestado era 5.700 euros. Finalmente, las víctimas no aguantaron más y acudieron a la Comisaría. La Policía detuvo a once personas en la operación “Almadraba”. Diez de ellas admitieron los hechos y aceptaron una condena de cárcel por un delito de extorsión con la atenuante de reparación del daño. Y es que, entre todos, pagaron los 14.200 euros que les entregó el perjudicado.
Sin embargo, “El Pechuga” se declaró inocente. “Yo no he hecho nada”. La Fiscalía dice que Josué A. U. acudió una vez al negocio que tenía el perjudicado y que lo presionó para que pagara: “Lo que hice fue acompañar a mi cuñado. No sabía nada de préstamos, de dinero, ni de deudas. Es más, me quedé en el coche”, explicó al tribunal. El empresario, no obstante, ofreció una versión distinta: “Vinieron a mi local dos personas. Una de ellas era el ‘señor Pechugas’. Me dijo que tenía que pagarle 2.000 euros. Me asusté muchísimo”, dijo, literalmente. El fiscal mantuvo la petición de condena para Josué A. U. de tres años de prisión. El juicio quedó visto para sentencia.