El paso de la Pastora ya está en la basílica

La cofradía reúne a su numerosa cuadrilla de costaleros para la “mudá” ante la inminencia de las fiestas marianas

29 ago 2016 / 17:00 H.

Parecía una jornada propia de la Semana Santa, de esas en las que las plazas aledañas a los templos pasionistas jiennenses se convierten en un hervidero cofrade. Pero no, sucedió en pleno verano, a finales de agosto por más señas, y San Ildefonso recuperó el protagonismo devocional de la ciudad. Y es que las tradicionales fiestas de la Divina Pastora, tan arraigadas en la capital como la que más, avisan de su inminencia y lo hacen con los preparativos propios de su trascendencia.

Eran, aproximadamente, las diez de la mañana cuando las cuadrillas costaleras de la Señora de los Pastores —aproximadamente setenta personas— se reunieron junto a la basílica menor y, en un ambiente pleno de hermandad, se sometieron a la “igualá” —ubicación de los costaleros bajo el paso según criterios de estatura, entre otros— previa a la “mudá” o traslado del trono desde la casa de la cofradía hasta su sede canónica. “Es una actividad que celebramos cada año por estas fechas y nos sirve, además de para coincidir, como ensayo”, expresó José Carlos Prieto, el capataz en la procesión. “También aprovechamos para probar puerta —es decir, entrar y salir del templo hasta tomar la medida justa para ello sin dañar el paso—”. Tan importante es esta labor que, incluso, la parihuela escondía un equipo musical al objeto de que los costaleros practicaran al ritmo de las marchas con las que, durante el desfile del próximo domingo, 4 de septiembre, recorrerá las calles jiennenses. Una estampa muy común en fechas próximas a la celebración de la Semana Santa, pero no tanto en tiempo de Gloria. “El itinerario es muy bonito, ya que pasamos por la Carrera, la calle Cerón, Maestra, delante de la Catedral, por Almenas y, ya camino de San Ildefonso, por la calle Muñoz Garnica, y hay que tenerlo todo perfectamente ensayado”, manifestó Prieto, un iliturgitano “cotizado” en el mundo cofrade, ya que incluso guía pasos durante los días de la Pasión de Córdoba o para la Hermandad Dominica de la Estrella, del barrio jiennense de la Alcantarilla. En sus palabras, el grupo de portadores —que saca el paso a costal desde hace seis años, cuando se incorporó este sistema a la procesión pastoreña—, se formó a partir del antiguo colectivo de anderos de la propia hermandad y de la gente nueva llegada de otras cofradías.

La próxima cita de los costaleros de la Virgen campesina será el próximo sábado por la noche, cuando llevarán a cabo el “retranqueo” de la imagen desde el altar mayor hasta su paso procesional. A partir de ese instante, las fiestas de la Pastora habrán comenzado para todos los jiennenses.