El olivar de secano mira ya a 2024

Situación límite para los olivareros debido a la sequía y a las altas temperaturas que dejan abatido a este sector

05 nov 2022 / 08:54 H.
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La sequía mata poco a poco al campo y los olivareros viven con mucha preocupación unos meses en los que la situación no mejora en absoluto y en los que los principales problemas no dejan de ser acuciantes. De hecho, la situación es tan complicada y, sobre todo, grave que ya los hay que la comparan con la que se vivió en los años 1994 y 1995. Comparativa que deja en claro que la situación que vive el campo y el olivar más concretamente es una para olvidar al completo.

La situación de sequía y de inusuales y altas temperaturas está llevando a una situación límite, sólo comparable a la vivida en la cosecha de 1994 y 1995, a los olivareros de Jaén, principal provincia productora de aceite del mundo. Los agricultores se enfrentan a muchos problemas, a causa de la sequía y las altas temperaturas, aparte de los altos costes de producción, y se plantean si adelantar la campaña, o si recoger o no la poca aceituna que hay en el árbol. En general, la situación no deja de ser preocupante y acuciante, pero entre los diferentes tipos de olivar que existen el que más preocupa a día de hoy es el de secano, debido a que las características propias de este tipo de olivar y la situación de sequía actual.

Y es que a día de hoy se da por perdida tanto la cosecha actual como la del siguiente. La aceituna se echa en el crecimiento, los entrenudos, del año anterior y este año no hay. El objetivo ahora es, según Juan Carlos Hervás, técnico de COAG Jaén, que el árbol se recupere y no se seque, pensando en la producción de años posteriores. Por tanto, el olivar de secano y sus olivareros ya miran a finales del 2024 o comienzos del 2025 para que los cuidados sean suficientes para que en un futuro sea mucho más rentable y mejor este tipo de olivar tras estos momentos mucho más complicados debido a los problemas que se derivan actualmente de la sequía.

En el caso de los olivos de riego la situación empeora por días. La lluvia no llega a la provincia y no se ha podido regar en tres semanas o un mes, por lo que el fruto se está arrugando. A esto se une que cada vez hay más aceituna con picaduras a causa de la mosca del olivo, un problema que se suma a los ya existentes desde verano.

Según Juan Carlos Hervás la situación es muy complicada: por un lado, las aceitunas están madurando antes, y cada día que pasan si agua se arrugan más. “Semana a semana la situación es peor, con la aceituna más arrugada, más picada y se está cayendo, por lo que mucha gente está adelantando la recogida de la cosecha”. Pero en los lugares donde se está recogiendo se encuentran con que el olivo, por lo seco que está y el estrés hídrico acumulado, se nutre de la aceituna, y sufre mucho en el proceso de recogida, y tras quedarse sin el fruto presentan un aspecto lánguido y sin color. Todo esto afecta considerablemente a un sector que en los últimos meses sufre de una manera más prolongada.

Las cifras

Son 70 el número de litros por metro cuadrado que, en septiembre, se calculaba que debía de llover entre los pasados mes de septiembre y octubre para que la cosecha de la próxima campaña pudiera ser mejor que esta. Sin embargo, nada más lejos de la realidad porque en según que zonas lo máximo han sido 60 litros por metro cuadrado y, en ocasiones, causando destrozos al ser tormentas graves.

Asimismo, son 1.000 millones en los que se cifran las posibles pérdidas de la actual campaña de aceite de oliva debido a los graves problemas que deja la sequía desde hace meses, ante la falta de agua y las dificultades para el riego y que el fruto de los olivares sea el más adecuado. A estos problemas, se suma la pérdida de aceituna con motivo de picaduras de la mosca del olivo que dañan otros frutos, a priori, en buen estado.

Jaén