El olivar abre sus flores con la fuerza que le dio la lluvia

Vamos olivos porque, esta vez, se ha hecho tarde. Ahora, que ya es 12 de mayo, comienza la polinización del olivar para dar millones de toneladas que compondrán la próxima cosecha de aceite de oliva. No es habitual que empiece tan tarde, pero la meteorología de los últimos meses, que ha sido bastante propicia, ha alterado los tiempos. No hay que olvidar que el olivo vive sin reloj y sin calendario. Se guía por lo que le dice el sol —en forma de horas de luz—, por la temperatura que hace y por las precipitaciones.

En cambio, en Jaén, esta misma semana, no parecía primavera. Frío —hasta 3 grados centígrados en algunas zonas—, tormentas y poco sol. Sin embargo, el olivar tiene ganas de realizar una polinización espectacular. Ha recibido una cantidad de agua bastante generosa, que, afortunadamente, ha estado bastante lejos de lo que se pensaba. Esto ha hecho que el cultivo se recupere y coja bastante fuerza. La floración, generalmente, no es sinónimo de buena cosecha, aunque es imposible contar con una producción importante si no existe una buena polinización. No obstante, el campo de Jaén tiene ganas de dar una buena cosecha de aceite de oliva y se va a ver durante estos días, pese a que la polinización llega entre 8 y 10 días más tarde de lo que suele ser habitual. Ahora, ya está aquí. Es una bendición para casi cien mil agricultores y un fastidio para miles de alérgicos jiennenses, ya que se van a registrar niveles de polen importantes.

Los indicadores. El Complejo Hospitalario de Jaén indicaba el jueves que el nivel de polen del olivo era bajo. En cambio, ayer saltaba la alarma al saltar a niveles altos —sin pasar por el nivel medio— gracias al tiempo soleado. Había 273 granos de polen por metro cúbico. Por otro lado, el estado actual del olivar hace prever una cosecha irregular, incluso en fincas colindantes. Según los últimos datos de la RAIF (Red de Alerta e Información Fitosanitaria) de Andalucía, a los que ha tenido acceso Asaja-Jaén, en la provincia de Jaén, actualmente, el crecimiento de las inflorescencias se ha generalizado en toda la zona de campiña, al contrario de las zonas de sierra, que continúan más atrasadas. Estas inflorescencias son de crecimiento muy variable, encontrándose olivos con buen tamaño de inflorescencias, frente a otros con crecimientos escasos en cuanto a longitud o nulos, acompañado de crecimiento de brotes de escasa longitud, en muchos casos son olivos colindantes en la misma parcela, “lo que nos hace pensar en una futura cosecha desigual”, dice la RAIF en su informe semanal.