El nido de dos cigüeñas pone en riesgo la red de electricidad en la cárcel

Un informe de la Junta aconseja reubicar el ponedero

07 mar 2020 / 11:50 H.
Ver comentarios

Parece casi paradójico que un ave, insignia de la libertad, decida que la prisión es el lugar idóneo para tener a sus polluelos. Esto mismo es lo que le ocurrió a una pareja de cigüeñas —especie protegida—, que construyó su nido sobre un poste de alta tensión extramuros de la cárcel. El mismo tuvo que ser retirado, ya que se aducía riesgo de incendio y para el suministro eléctrico tanto de la prisión como de la barriada de Las Infantas, según queda reflejado en un informe técnico elaborado por la Delegación de Desarrollo Sostenible.

Para la elaboración del mismo se ha contado con todos los agentes que están implicados en el tema, véase la cárcel y algunas organizaciones ecologistas. Tras analizar el informe, la Junta aprobó la retirada del nido para evitar los potenciales riesgos. Esto fue posible gracias a que no había huevos ni pollos, un hecho que se comprobó concienzudamente. Ahora, se trabaja para encontrar, lo antes posible, un emplazamiento adecuado para el ponedero, tal y como informan desde la Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta.

Por otro lado, cabe destacar que el poste eléctrico de alta tensión que la pareja de cigüeñas escogió como su “nidito de amor” está fuera de la cárcel, algo que destacan desde la Subdelegación del Gobierno, desde donde detallan el procedimiento que se siguió cuando se detectó el nido. En primer lugar, el director de la cárcel se puso en contacto con la compañía eléctrica y, a raíz de ahí, se puso en marcha el mecanismo para ver los riesgos que se corrían y, una vez comprobados, intervenir en consecuencia, por lo que al final se llegó a la conclusión que retirar el nido de la torre era la mejor opción.

Esteban Ureña, en representación de Ecologistas en Acción, informó a este periódico de la existencia de un ponedero y acudió a la prisión para reunirse con su director, Juan Mesa, y trasladarle, entre otros asuntos, la necesidad de mantener el nidal, ya que la cigüeña común se trata de una especie protegida por la población tan “escasa” que hay en España. “Me entendió perfectamente, incluso le expuse ejemplos parecidos que se dan en otros lugares y en los que los ponederos no ocasionan riesgos de ningún tipo”, indica Ureña, que añade, además, que quedaron en, al hilo de lo ocurrido, organizar una charla para los reclusos acerca de esta especie y de su situación actual.

Jaén