El “mulero” de hachís que arrolló a cinco guardias civiles
Condena de seis años y siete meses por más de media docena de delitos
Ahmed A. llegó a posar para la cámara a la entrada del Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén. Este joven marroquí, de 25 años y con residencia legal en España, aceptó ayer una condena de seis años y siete meses de prisión por saltarse un control antidroga de la Guardia Civil y atropellar a cinco agentes, que resultaron heridos. En su huida también colisionó contra otro vehículo. Sus dos ocupantes sufrieron lesiones de consideración. Los miembros del Instituto Armado tuvieron que emplearse a fondo para poder alcanzarlo campo a través. Se resistió como una fiera antes de ser engrilletado. En el maletero del coche, que era robado, Ahmed A. y su acompañante, una mujer de 60 años, llevaban casi trece kilos de resina de hachís en tabletas. Es lo que se conoce como un “mulero”, una persona que transporta la droga a cambio de dinero. El joven se reconoció autor de delitos contra la salud pública, atentado, lesiones y daños. Ella fue condenada únicamente por el tráfico de drogas a tres años y un día de cárcel.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 de junio de 2017, en un control establecido en el kilómetro 288 de la Autovía de Andalucía, en el término de Guarromán. Los agentes, que pertenecían a la Usecic de Andújar, le dieron el alto al Mazda conducido por Ahmed A. Lo avisaron con las señales luminosas y, también, con las acústicas. Sin embargo, el marroquí hizo caso omiso y realizó varias maniobras bruscas para intentar escapar. Para ello, no dudó en “lanzarse” sobre los agentes con el vehículo. Cuatro de ellos tuvieron que saltar al suelo para evitar ser embestidos. Ahmed A. continuó su marcha hasta que colisionó con el vehículo oficial de la Guardia Civil. Otros dos miembros del Instituto Armado salieron despedidos por los aires. También se llevó por delante otro vehículo, en el que viajaba una pareja. El acusado intentó escapar a pie campo a través, pero fue alcanzado y reducido. Desde entonces, está en prisión preventiva.
Ayer, aceptó una condena de seis años y siete meses de prisión, más el pago de una multa de 22.000 euros, que no pagará pues se declaró insolvente. Inicialmente, la Fiscalía reclamaba un castigo de ocho años y siete meses de cárcel. También deberá hacer frente al pago de las indemnizaciones para los lesionados y que ascienden a más de 26.000 euros. Es el único fleco que queda en este caso, ya que la acusación particular reclama que sea el Consorcio de Seguros quien pague esas cantidades. Este organismo se niega ya que considera que este supuesto está excluido, ya que se trata de un hecho doloso. Será su señoría la que resuelva esta cuestión en su sentencia. Todo lo demás ya está cerrado. Ahmed A. se pasará una larga temporada en prisión. Actualmente, está recluido en la cárcel de Ocaña.
Ahmed A. aprovechó el derecho que tiene todo acusado a decir la última palabra para realizar una petición insólita: “En la cárcel estoy en el CPD (tratamiento por drogadicción). ¿Eso no me rebaja la condena?”, preguntó directamente a la juez. La Fiscalía le replicó que le habían impuesto las penas mínimas para los delitos que había cometido. No le convencieron las explicaciones.