El mes que hace florecer las ventas en Jaén
Un mayo intenso en floristerías y viveros, en contraste con el parón de verano

Floristerías y viveros de la provincia viven el mes de mayo con gran intensidad, con escaparates rebosantes de color y encargos que se acumulan en vísperas de celebraciones como el Día de la Madre, comuniones, romerías o fiestas locales. Aunque no siempre representa el mayor pico de ingresos del año, sí es un periodo que concentra mucho movimiento en este tipo de negocios y es clave de cara a la época estival, cuando las ventas sufren un descenso considerable.
Antonia Expósito, al frente de Floristería Aguilera desde hace 48 años, lo tiene claro: mayo es un mes muy favorable en ganancias. “Nosotros en particular muy bien, y comparando con otros años, lo mismo o mejor. El Día de la Madre es un día muy bueno, así como la víspera. Las comuniones se notan menos cada año al haber menos niños, pero siguen estando ahí, junto a las ofrendas en colegios y a la Virgen”, explica.
Aunque la tradición floral se mantiene con el paso del tiempo, el tipo de compra cambia. Frente a otras fechas como San Valentín, donde la rosa sigue siendo la elección por excelencia, se buscan opciones más económicas para el bolsillo como las flores silvestres. “La gente joven es la que se acerca más en estos días y tiene menos dinero. Van a opciones más baratas, a plantas de diez u ocho euros, no tanto a los ramos más propios de otras fechas”, comparte Expósito con Diario JAÉN. En los viveros, el panorama es similar. Para Jesús Gutiérrez, uno de los dueños de Viveros Divina Pastora en Andújar, este es uno de los meses más movidos de todo el año. “Estamos en plena temporada. Mayo empezó muy bien con el Día de la Madre, y también con las fiestas locales y decoraciones de balcones”, asegura Gutiérrez a este periódico.
La meteorología juega un papel fundamental en este tipo de negocios y, en un año que comenzó marcado por las intensas precipitaciones, aún más. “Marzo suele ser nuestro mejor mes, pero este año no ha sido así. El viento o la lluvia frenan las ventas. En mayo, por suerte, la temperatura acompañó más, no ha hecho demasiado calor y eso anima a comprar”, comparte Gutiérrez.
Ambos coinciden en que el sector vive altibajos económicos. La inflación, los costes de producción y el cambio en los hábitos de consumo pesan sobre el día a día. “El producto es mejor por las últimas lluvias y hay más cantidad, pero no se abarata. Es difícil hacerlo cuando los costes son cada vez mayores”, sostiene Expósito.
Mayo deja ya tras de sí una estela de colores vivos, aromas dulces y escaparates que vuelven a llenarse, al menos por unos días, de gestos que florecen. Y de un negocio que, a pesar de los altibajos, sigue resistiendo.