El fiscal mantiene los cargos contra los acusados de publicar fotos y anuncios sexuales de una amiga

Los procesados, una mujer y su hijo, se declaran inocentes

    11 dic 2015 / 11:47 H.

    La Fiscalía mantuvo ayer su petición de condena de cuatro años de cárcel para una mujer y su hijo, a los que acusa de un delito de vulneración de la intimidad con difusión. Presuntamente, ambos accedieron a las redes sociales de una amiga de la familia para subir fotos eróticas de la víctima e incluso publicar anuncios de contacto en una web donde se ofrecían servicios sexuales gratuitos con el número de teléfono de esta persona.

    El caso fue juzgado ayer en el Penal número 3 de Jaén. El Ministerio Público mantiene que madre e hijo se pusieron de acuerdo para “vulnerar la intimidad” de esta mujer. Para ello, accedieron a sus redes sociales y “colgaron fotos donde aparecía la mujer con los pechos al descubierto”, así como un enlace que remitía a una web donde también estaban colgadas fotos de carácter íntimo. Asimismo, el Ministerio Fiscal señala que los dos acusados publicaron anuncios en una web donde la víctima ofrecía servicios sexuales gratuitos. Estos anuncios iban acompañados del teléfono de la víctima.

    Fue el 1 de enero de 2013 cuando la mujer comenzó a recibir llamadas solicitándole sus servicios. A partir de ahí, interpuso una denuncia en la Guardia Civil. Tras la investigación abierta, se determinó que la IP desde la que se habían colgado los anuncios se correspondía con la del ordenador de los dos acusados. Tanto la madre como el hijo han negado en el juicio ser responsables de los hechos que se le imputan. Señalaron que tanto la víctima como su pareja eran amigos suyos y que ellos tenían acceso al ordenador desde el que se remitieron los anuncios porque “estaban todo el día en mi casa”, dijo la acusada. “Han mentido. No sé lo que quieren, pero han mentido. Ellos tenían acceso a nuestro ordenador. Si yo hubiera querido hacer algo, me hubiera ido a un cíber y no lo hago desde mi casa”, dijo la mujer en su último turno de palabra antes de dejar el juicio visto para sentencia.

    El abogado defensor, Ricardo Rojas, pidió la absolución al entender que no hay pruebas de cargo suficientes.