El “falso médico” atendió a 8 pacientes en 4 días de engaño

Libertad con cargos para Javier L. V. tras dormir en la Comisaría

22 feb 2017 / 11:08 H.

Javier L. R. usó su uniforme de médico como pijama para pasar la noche en los calabozos de la Comisaría Provincial, donde permaneció hasta las doce y media de la mañana de ayer. En un coche patrulla, un par de agentes lo condujeron esposado hasta el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2. De allí, tras escuchar sus explicaciones, el juez Antonio Valdivia, que ya lo conoce a raíz de su primera detención a finales de enero, salió libre, así lo decretó el instructor del caso. Eso sí, su señoría mantiene para él los cargos de investigado por los delitos de intrusismo, falsedad documental y estafa en grado de tentativa. Como medida cautelar, le impone la obligación de acudir todos los lunes al juzgado. Pero, ¿quién es Javier L. R.? Su último jefe, Isaac González, dueño de la empresa para la que trabajó como facultativo, sin tener título alguno para ello, deja claro que jamás sospechó que pudiera tratarse de un farsante. “Somos los primeros perjudicados”. Y es que, tras ganarse su confianza, al aportar toda la documentación que le requirió para contar con sus servicios, Javier L. R. llegó a atender a ocho pacientes, sin levantar sospecha alguna.

La relación del “falso médico” con la empresa Ambulancias Tabine comenzó el 14 de febrero, como explica el empresario; el 24 de enero, la Policía Nacional informó de su detención por hacerse pasar por fisioterapeuta. Desde San Valentín hasta el lunes pasado, cuando lo arrestaron, por segunda vez, agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UVEV), Javier L. V., supuestamente, vistió a seis enfermos en su domicilio, dentro de la cobertura que prestan aseguradoras medidas. Además, participó en dos traslados, desplazamientos de pacientes de un centro a otro, en los que es indispensable la presencia de un médico y un enfermero, que va al volante de la ambulancia medicalizada, tal y como explica el responsable de la empresa.

En este corto periodo también le dio tiempo a participar en una gran cita deportiva, servicios que habitualmente atiende Ambulancias Tabine. ¿Había enfermos graves entre los que atendió el supuesto farsante? Su antiguo jefe dice que está casi convencido de que no que se trataba de personas aquejadas de complicaciones leves. No obstante, para colaborar con la investigación, aportó toda la documentación relativa a estas visitas y confía en que la Policía Nacional haga sus propias averiguaciones, por si hay algún perjudicado. De lo que también tiene fundadas sospechas es que Javier L. R. llegó a expender recetas a los enfermos a los que reconoció en su domicilio, medicación para mareos y resfriados, entre otras, como así explicó el empresario en la sede policial ayer por la mañana. Isaac González dice que, en el momento en el que contrató a Javier L. V., ya había escuchado hablar de él, por haber trabajado en otra empresa de ambulancias jiennense. Es más, otro trabajador de Tabine, que tampoco tenía ni idea de que estaban ante un supuesto estafador, habló bien de Javier L. V., al haber conocido personalmente en el desempeño de su labor como “médico”. Antes de formalizar la relación laboral, el día 13 de febrero, González mantuvo una entrevista personal con el imputado, de más de una hora. “Aportó un número de colegiado que sí existe y su documento nacional de identidad, tal y como le solicité, y me explicó que había trabajado en hospitales de Córdoba y Almería”. Por los servicios prestados para Ambulancias Tabine, Javier L. V. cobró sumas que van de los 45 a los 200 euros, lo habitual en el sector, tal y como explica su último jefe que, por supuesto, ha rescindido la relación laboral.

El Colegio de Médicos denunciará a quien fingió ser una eminencia

Una de las cuestiones más llamativas del caso del falso médico es que él mismo reconoció ante la Policía que no tenía título alguno y que, con esta supuesta estratagema, solo buscaba ingresos para hacer frente a “muchas deudas”. Su último jefe, al frente de Ambulancias Tabine, fue testigo de ello cuando el lunes fue arrestado en una clínica de la capital, antes de hacer un traslado. Ante esta situación, el Colegio de Médicos anunció ayer que se personará contra el “falso facultativo” en la nueva causa abierta contra él. Los fisioterapeutas profesionales ya lo hicieron a raíz de su anterior detención por hacerse pasar por uno de ellos. La entidad colegial médica cree que hay indicios de delitos de intrusismo, falsedad documental, contra la intimidad de las personas y estafa, sin descartar alguna más. Javier L. V., que así se llama el arrestado, según las pistas recogidas por los agentes, pudo simular durante años ser un profesional de lo más cualificado en el sector de la medicina. No en vano, se le incautaron títulos de Medicina, Fisioterapia y en Ciencias del Deporte y un grado universitario en lesiones. Todos eran falsos ya que, en realidad, con lo que cuenta el sospechoso es con estudios de Secundaria y cursos de monitor, socorrista y masajista.