El Consistorio salda su deuda por el Camarín tras 16 años

Dice el refrán popular que “el que paga descansa”. Eso es lo que debe haberle pasado al Ayuntamiento de Jaén, al menos, en el caso del Camarín de Jesús. El Consistorio expropió el inmueble que sirve de casa para “El Abuelo” en el año 2000. Sin embargo, no ha sido hasta ahora, es decir, dieciséis años después, cuando ha hecho frente a una deuda que, en número redondos, supera el medio millón de euros. De hecho, se da la circunstancia de que los intereses generados por los retrasos casi superaban ya el capital inicial. “Recibimos el dinero hace unas semanas. Todavía nos queda una cantidad pendiente”, explica Luis Ventura Micue, el hijo del expropietario del edificio, Luis Ventura Ruiz. “Mi padre está a punto de cumplir 93 años. Pensaba que se iba a morir sin que le pagaran por aquello que le quitaron”, sostiene.

El edificio, que fue construido en el siglo XVI, le fue expropiado a la Iglesia en 1836 por la desamortización de Mendizábal. Noventa años después, fue adquirida por la familia Ventura. Sin embargo, en 1980, el Ministerio de Cultura abrió un procedimiento para declararlo Monumento Histórico Artístico. “Desde entonces, ya no pudimos disponer del inmueble”, señala Luis Ventura.

Sin embargo, no fue hasta el año 2000 cuando el Ayuntamiento comenzó los trámites para la expropiación del edificio a sus propietarios. No hubo acuerdo entre las partes a la hora de fijar el justiprecio, es decir, la cantidad que debía recibir el dueño como compensación. La Administración local consignó, entonces, 197.000 euros, una cuantía que para Luis Ventura era totalmente insuficiente. Cuatro años después, ya en 2004, el Jurado Provincial de Expropiaciones fijó que el justiprecio era muy superior. En concreto, 461.000 euros. Por lo tanto, el Ayuntamiento tendría que hacer frente a la diferencia: 263.355,76 euros. Esa fue la deuda inicial.

Sin embargo, en lugar de pagar, el Consistorio hizo uso de su derecho a recurrir ante el TSJA. En enero de 2012, llegó la sentencia, que confirmaba íntegramente la resolución y que obligaba al Ayuntamiento a pagar esa cantidad más los intereses de demora, que, en esa fecha, ya ascendían a 190.497. Para esa época, el edificio ya había sido totalmente rehabilitado y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús había trasladado allí sus imágenes. No obstante, la familia a la que se le confiscó el edificio seguía sin recibir ni un solo euro, a pesar de que la Justicia le había dado la razón: “Simplemente nos dijeron que no había presupuesto”, relata Luis Ventura.

Por ello, su padre tuvo que volver a acudir a los tribunales para reclamar el dinero. Sucesivas sentencias fueron condenado al Ayuntamiento por no cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, esta vía tampoco sirvió de nada. Fue necesario pedir el embargo de los bienes municipales. El juez llegó a solicitar, en 2015, a la Gerencia de Urbanismo un listado de todos “sus bienes y derechos” para cubrir la deuda. Incluso, se requirió personalmente al alcalde para que procediera al cumplimiento íntegro de la sentencia, con el apercibimiento de que podría ser sancionado con multas coercitivas.

Finalmente, y tras dieciséis años, el Ayuntamiento ha pagado. Lo ha hecho con los créditos procedentes Fondo de Financiación habilitado por el Gobierno para hacer frente al pago de sentencias firmes y exigibles. En total, fueron 67 millones de euros para más de 400 resoluciones judiciales pendientes. Una de ellas fue la del Camarín, con una cuantía total de 453.000 euros.