El Consejo Andaluz citará el “cónclave” por la Cámara
La institución organizará en Sevilla una reunión para lograr un acuerdo que haga posible la supervivencia
El Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio citará al Ayuntamiento de Jaén, a la Diputación Provincial y a la Junta de Andalucía para intentar diseñar una estrategia conjunta para que la Cámara de Comercio e Industria de Jaén no tenga que “echar el cierre”. El presidente, Manuel Barrionuevo, confirma que la reunión será en Sevilla el próximo 7 de septiembre.
“Necesitamos el apoyo de todas las partes porque existen proyectos muy interesantes que tenemos que poner en marcha. Jaén no se puede permitir perder su Cámara de Comercio. A estas alturas ya estamos pensando en las iniciativas de emprendimiento y de comercio exterior que nos llegarán si somos capaces de sacar adelante la institución. Está en nuestra mano si todos hacemos un pequeño esfuerzo”, afirma el presidente.
Precisamente, el máximo responsable del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio, Antonio Ponce, viajó hasta Jaén —el 1 de agosto— para mantener una reunión con el pleno. Les dijo que ni Andalucía ni Jaén se pueden permitir perder la Cámara. Ante las dudas de algunos empresarios, pidió confianza en la reunión del próximo 7 de septiembre. En cambio, contra todo pronóstico, el Consejo Andaluz de Cámaras se la lleva hasta Sevilla, ya que quiere tutorizar la viabilidad y el entendimiento para sacar hacia adelante a esta institución.
“Necesitamos que el Ayuntamiento nos permita hipotecar el inmueble y que la Junta nos autorice la operación. El Gobierno de España me ha garantizado que hará todo lo posible para que la sede de la Agencia Tributaria se instale en el Vivero, lo que nos permitiría pagarle a Hacienda y a la Seguridad Social. Así, tendríamos los certificados al corriente y podríamos acceder a los proyectos. Y con la hipoteca, saldaríamos la deuda que nos mantiene los embargos”, explica Manuel Barrionuevo. Mientras, la Cámara de Comercio e Industria no tiene ni electricidad. Un generador suministra la energía necesaria para emitir los certificados de exportaciones y alguna labor más que se desarrolla en una institución que, actualmente, está casi parada. Les quedan 9 trabajadores en una plantilla que llegó a contar con medio centenar.