El cernícalo dispone del 80% de la techumbre de la Catedral para anidar

Los tejados se han sectorializado y hay zona de seguridad

23 mar 2016 / 09:20 H.

Subraya el biólogo Francisco Pulpillo que el cernícalo primilla es un ave de colonias estables e históricas y aventura que la que nidifica y se reproduce, en primavera, en las cubiertas de la Catedral “puede tener perfectamente 500 años”. Tantos como el majestuoso templo que bosquejó Andrés de Vandelvira. Sin censos prenupciales todavía, el experto estima en unas 15 las parejas de cernícalos que ya habrían hecho de la techumbre catedralicia su residencia temporal hasta el próximo mes de agosto. Pero, ¿y las obras de restauración que se ejecutan en el tejado del pabellón 2 del templo?

“El margen de afección es mínimo y asumible”, sentencia Pulpillo. Sabe bien de lo que habla porque es uno de los técnicos de Iberus Medio Ambiente, la empresa de estudios y gestión ambiental contratada por la adjudicataria de la rehabilitación de la techumbre, Construcciones Calderón, para minimizar los efectos de las obras en la nidificación de una especie cuya supervivencia está amenazada y tipificada como tal en el Catálogo Nacional.

Para ello, antes de que comenzaran las obras, a principios de febrero, justamente el mes en el que empieza la migración a Europa de estas aves, Iberus tomó dos medidas fundamentales. La primera de ellas fue la instalación del andamio de los trabajos antes de su llegada. “Lo hicimos con premura para que lo vieran montado al llegar de África. Es cierto que, al principio, recelan, pero, inmediatamente, se meten en sus nidos”, explica Pulpillo. La segunda consistió en una sectorialización de las cubiertas y en acotar una zona de afección de obra, delimitada por balizas, para que los operarios que trabajan en la restauración no superen un cierto límite. “Se ha acotado un 15 o un 20% de las cubiertas y el resto está disponible”, apunta el biólogo. Esto ha supuesto una merma en el número de nidos que la empresa de gestión ambiental tiene controlados y repartidos por la techumbre catedralicia para que estas aves se reproduzcan. De 120 han pasado a 100, pero esta sectorialización asegura —según el experto— que la afección será mínima y que las parejas se reproducirán “con seguridad” en los nidos disponibles, lejos de la zona en la que se desarrollan los trabajos.

“Es posible compatibilizar obras de conservación con la protección de especies”, remarca Pulpillo, que vuelve a hablar con la seguridad que da una experiencia que cuenta más de tres lustros y que ofrece ejemplos concretos en otros trabajos desarrollados en la iglesia de San Isidoro, de Úbeda; en los Baños Árabes, también en la capital; en la iglesia de Villanueva de la Reina y, ahora mismo también, en el Castillo de Baños de la Encina, donde la colonia de cernícalos que controla Iberus ronda entre 4 o 5 parejas.

Ecologistas pide más sensibilidad al Gobierno

En plena temporada de nidificación y reproducción, Ecologistas en Acción no tardó en denunciar ante Medio Ambiente esta situación y en pedir la paralización de las obras. No obstante, días después, varios representantes del colectivo en Jaén se reunieron con técnicos de Construcciones Calderón y de Iberus Medio Ambiente y “más o menos” —cuenta Javier Ramírez—: “Nos convencieron de la baja incidencia que iba a tener en la nidificación”. Los expertos —señala el ecologista— les “aclararon las dudas” que tenían y reconoce Ramírez: “Es gente bastante profesional”. No obstante, subraya que la denuncia que interpusieron “iba encaminada al Ministerio de Cultura”. “Es el que debe velar por la protección del patrimonio natural y cultural, cuando existe esta doble incidencia, y debe estar a la altura de las circunstancias”, resalta. Aún esperan una respuesta.

experiencia

2004. Debido a las obras de restauración que se iban a acometer en la Catedral, se encarga a Iberus Medio Ambiente el proyecto técnico para minimizar la afección de los trabajos sobre la colonia de cernícalos primilla, aunque, finalmente, la Delegación de Medio Ambiente los paralizó tras la denuncia de Ecologistas en Acción. Volvería a hacerlo en 2014.

2007. Desde ese año, Iberus Medio Ambiente realiza un “control exhaustivo” de los cernícalos que nidifican en las malogradas cubiertas de la Catedral. Para ello, tiene repartidos 120 nidos en los huecos de la techumbre.

2011. Es el año de la serie histórica en el que, hasta ahora, se ha registrado el mayor número de parejas de cernícalo primilla en las cubiertas de la Catedral. Según apunta el biólogo Francisco Pulpillo hubo 31 parejas. En los años siguientes, la población se redujo a menos de la mitad como consecuencia de las inclemencias del tiempo. En la actualidad, el técnico de Iberus calcula que hay “unas 20 parejas”.