El Aove rompe su racha alcista de precio

El precio del aceite registra una bajada importante tras varios meses marcando al alza, con la cifra histórica de 5,45 euros el kilo de Aceite de oliva virgen extra el pasado mes de diciembre.

Según los últimos datos del sistema Poolred, del 23 al 29 de enero, el precio en origen del aceite de oliva virgen extra fue de 5.283 euros/tonelada, el virgen de 4.890 y el lampante de 4.627. Con respecto a las operaciones, se registraron 51, con la salida de 3.036 toneladas. Todo ello a pesar de la escasez del aceite debido a la mala campaña del olivar, que ha recogido cerca de un 50 por ciento menos que el curso pasado, lo que debería, teóricamente, aumentar el precio debido al poco producto disponible. Esto supone una caída más grave en el caso del Aove —aceite de oliva virgen extra—, que pierde 15,75 euros por cada 100 kilos, lo que supone una bajada de casi el 3 por ciento en el precio de salida. Una bajada que se produce en tan solo una semana, del 23 al 39 de enero. Por su parte, el virgen también baja con respecto a la última semana, pero esta vez en menor medida, con un 0,5 por ciento y una bajada de 2,18 euros los 100 kilos. El lampante tampoco se queda atrás y registra una nueva bajada del 1,75 por ciento, llegando hasta los 466,87 euros por cada 100 kilos, lo que supone 8,33 euros menos que la semana pasada. El refinado sigue la misma línea, con una bajada total de 2,50 euros cada 100 kilos y un 52 por ciento con respecto a la semana pasada. En el caso del picual de Jaén, el virgen extra se sitúa en los 5.152 euros/tonelada, el virgen en los 4.890 y el lampante en 4.630. En este caso se realizaron 19 operaciones con la salida de 1.175 toneladas, tal y como señala Asaja.

Pocas existencias

Mucha tensión se vive en el mercado del aceite de oliva en origen y no digamos si hablamos de la categoría virgen extra, donde ya se reflejan ofertas de precios de 5,70 euros el kilogramo. Aunque el foco de atención se puso en la bajada de precios de los aceites lampantes, que esta semana siguen mostrando un cierto tono de flexibilidad a la baja, sin duda la máxima preocupación se tiene en la escasez de virgen extra debido a las malas campañas, no sólo a nivel nacional, sino también internacional. Algunos operadores estiman que, para poder cubrir la demanda, ésta tiene que caer un 45 por ciento en los próximos meses, con lo que estamos ante un drama de dimensiones y consecuencias incalculables. A modo de ejemplo de cómo están viviendo desde la producción la escasez de aceite virgen extra es que algunos productores están dejando de vender graneles para enfocar su comercialización en el envasado y en el cumplimiento con las grandes cadenas de distribución.

Al mismo tiempo, ante la imperiosa necesidad de virgen extra, entre los envasadores se está produciendo enfrentamientos a la hora de formalizar contratos de compra que, sin duda está favoreciendo una subida de precios. La solución que están adoptando los envasadores es buscar aceites vírgenes buenos y pagarlos como extras. Según Olimerca, algunos productores están dejando de vender graneles para enfocar su comercialización en el envasado y en el cumplimiento con las grandes cadenas de distribución Pero los industriales también están sufriendo otro problema y en ocasiones dudan de si con los precios actuales es mejor: vender o comprar aceite. Y es en este contexto en el que estamos asistiendo a importaciones del orden de 35/30 millones de kilos y esperar cómo evoluciona el mercado interior

Mientras tanto, los productores comienzan a sentir en sus arcas la escasez de aceites este año y es la necesidad de ‘cash’ la que está provocando que sean los aceites lampantes los que están más susceptibles de vender a precios bastante más asequibles que hace un mes. De hecho, según Anierac y Asoliva, en los últimos meses las exportaciones españolas han ido reduciéndose y de manera muy clara en el mes de diciembre de 2022 habiendo disminuido su volumen hasta un 30 por ciento, según los datos registrados en el Ministerio de Agricultura. “Esto va a seguir sucediendo en los próximos meses como consecuencia del aumento de los precios en origen de un 60 por ciento”, dijo el director general de Asoliva Rafael Pico. Los industriales muestran su preocupación ante la falta de conocimiento de la opinión pública sobre cuál es la situación real en el sector del aceite y ante los mensajes que se lanzan a los ciudadanos de contención de los márgenes comerciales para evitar una futura subida de precios en el lineal. “Cualquiera que conozca el sector, sabe que hemos reducido nuestros márgenes de manera significativa en el último año, pero hay factores que escapan a nuestro control y que inciden en el precio final del producto”, explica Primitivo Fernández, director de Aneirac.