“El aceite y todo lo que es el olivo puede formar parte de la cosmética”

LA ENTREVISTA

Ángela Batllés Ferrer está estrechamente vinculada con la provincia de Jaén. Por un lado, a través de su labor con José María Penco, director de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) y, por otro a través de Oro de Bailén y otras dos almazaras con las que trabaja en un proyecto de cosmética del AOVE como se utilizaba en época de los egipcios y romanos.

—¿Cuál es la trayectoria de su empresa, AB7 Cosmética?

—La empresa se fundó hace trece años y hace aproximadamente ocho empezamos a trabajar con productos del AOVE, con clientes de Jaén y de algunas otras provincias de Andalucía. Hemos trabajado con almazaras jiennenses que nos han dado su virgen extra, a veces de primera prensión, para hacer cosméticos. Los más típicos son cremas de manos, bálsamos labiales, pastillas de jabón y geles de baño. Desde 2013, desarrollamos una línea de aceites de masaje, cuya composición es del 75 o el 80% de aceite de oliva, que está comercializándose en Japón. El presidente de AEMO nos ha puesto en contacto con clientes y almazaras. Tenemos muy desarrollada esta línea de productos. En AB 7 Cosmética hacemos cosmética a terceros, empresas que solicitan nuestros servicios para que, como laboratorio certificado por Sanidad y un organismo especializado, se desarrollen productivos que luego se venden con la marca del cliente.

—¿Cuál es la situación actual?

—Como a nivel europeo hay una subvención para este tipo de oleoturismo, las empresas están muy concienciadas. La cosmética del AOVE tiene muchas propiedades para la piel, por lo que se encuentra en auge.

—¿Es necesario que el aceite para cosméticos sea virgen extra?

—No, pero hicimos estudios que demuestran que el AOVE tiene una cantidad de vitamina E importante, algo indispensable para la piel. Por tanto, ese es el aceite que solemos utilizar. Buscamos su capacidad hidratante y su poder antioxidante. El AOVE tiene muchísimas propiedades.

—¿Es diferente es virgen extra de Jaén del de otros lugares?

—Al final no es tanto el de Jaén en general, porque obviamente tenemos almazaras de muy diversos lugares y todas trabajan el aceite de oliva de una forma muy profesional. Para la cosmética, no hay grandes diferencias de calidad, pues son todos muy buenos. Al paladar, ya es otra cosa. Los aceites de almazaras de Jaén son muy contundentes y dan una nutrición en la piel muy buena.

—¿En qué tipo de cosméticos puede emplearse el AOVE?

—Todas las cremas y los productos en el mercado de cosmética son susceptibles de contener aceite de oliva, incluso extractos de aceite o hueso de aceituna, para hacer exfoliantes. El AOVE está muy presente en cosméticas. Al final es una ventaja para el agricultor. Incluso se aprovecha el extracto de hoja de olivo.

—¿Ha influido de algún modo la cosecha de aceituna tan corta?

—Es verdad que este año la cosecha ha sido escasa y que la cosmética no es en el caso de las almazaras no es su negocio principal, por lo que le dan prioridad al aceite. Sin embargo, en nuestro caso hemos seguido fabricando sin mucha restricción.

—¿Dónde se valoran más estas líneas de artículos cosméticos?

—En el mundo asiático. Allí la exportación lleva muchos años, pues valora mucho la cosmética basada en el aceite de oliva, hasta el punto de que quieren abrir mercados en otros países. Nosotros creamos formulaciones novedosas y potenciamos el desarrollo de fórmulas nuevas, con aceite de oliva como principal ingrediente. La cosmética europea está muy bien considerada allí porque la legislación es muy estricta.

—¿A qué países se exportan?

—En principio, solo a Japón. Ahora hay interés en hacerlo llegar hasta Corea y algún otro país asiático. En cuanto a Europea, se resiste más en general. Se nota que los italianos también fabrican, así que ahí tenemos que pelear un poco más.

—¿Qué es lo mejor del AOVE?

—Al final, el aceite de oliva tiene un poder antioxidante alto, igual que pasa, por ejemplo, con el de girasol. Pero este carece del poder nutritivo que tiene el aceite de oliva, formado por ácidos grasos de cadena más larga, que aporta una capa de nutrición más intensa que otros. La nutrición es rápida, casi inmediata.

—La utilización de subproductos puede abrir una fuente de ingresos extra al sector oleícola.

—Claro que sí. Al formular líneas con aceite tenemos en cuenta un montón de subproductos que de esta forma se aprovechan y se ponen en valor. El objetivo es hacer una línea más completa, incluso para limpieza o como exfoliante, con crema paras pieles más grasas y extractos de la hoja, sin olvidar los huesos. La experiencia demuestra que hay un montón de subproductos muy interesantes.

—¿En qué línea evoluciona el sector de la cosmética?

—El sector ha ido evolucionando a mejor. Estoy convencida de que ya no hay vuelta atrás. Es difícil que pierda su esencia o su posición. Nos hemos acostumbrado a utilizar cremas con un fin de belleza, de limpieza o de tratamiento y se ha demostrado que todos nos queremos ver bien. Cada vez se valora más que el cosmético esté hecho de productos naturales. Por tanto, no se perderá el aprovechamiento del aceite de oliva, sino que irá a más.

—¿También lo usan los hombres?

—Sí. El género masculino se ha sumado en los últimos años. Aunque pueda parecer que el aceite suena a algo grasiento y la piel masculina parece que no lo quiere, eso no es la realidad. Pueden formularse productos de textura superagradable y que nutran con eficacia sin dar grasa. Está claro que la cosmética masculina tiende a ir a más, aunque es cierto que resulta un poco distinta en cuanto a texturas y olores, también porque la piel masculina casi que agradece un poco más de activos orientados a la fatiga de la piel.

—¿Qué importancia tiene AEMO?

—A nosotros nos une con los responsables de AEMO una amistad. Al final es una asociación que conecta un montón de cosas alrededor del aceite de oliva. Estamos encantados de que el aceite y todo lo que es el olivo pueda formar parte de la cosmética.

—¿Conoce la cultura del olivo?

—Por supuesto. He visitado algunas almazaras donde he conocido el proceso, pienso que es un producto que no deja de ser un fruto del que podemos extraer un montón de propiedades alimenticias y para cosmética. Admiro a los agricultores, a los productores, a las almazaras... En general están haciéndolo muy bien.

—¿Qué opinión le merece el proyecto que supone Oro Bailén?

—Oro de Bailén es ejemplo de modernidad y de puesta en valor del sector oleícola. Presenta un proceso y una estructura que les permite exportar, fabricar, vender en cantidades muy interesantes. Les interesa llevar esa cosmética fuera. Así que, “chapeu” por ellos y su trabajo. Dan importancia y creen en las propiedades para la cosmética, como una línea más para aprovechar la posibilidad que presentan el aceite de oliva y los subproductos del olivar.

—En la provincia han surgido varias empresas cosméticas, ¿es una fórmula de desarrollo económico y par asentar la población?

—Por su supuesto. Son actividades que por unas cosas o por otras necesitan personal, pues existen unos procesos muy rigurosos. En general, la cosmética de las pequeñas empresas es muy artesanal, sobre todo cuando se empieza con la actividad.

—¿Cuál es la filosofía que caracteriza la empresa AB7 Cosmética?

—En AB7 nos dedicamos a fabricar cosméticos de una manera lo más natural posibles. Ha sido muy gratificante descubrir que los activos naturales, los aceites y los extractos naturales hacen que la piel los agradece un montón, por encima de los químicos o sintéticos. Cosmética ecológica, la cosmética natural, está en auge. Desde aquí siempre apostamos por los productos de la tierra.