Edmundo Bal: “Hace falta invertir para que el capital privado revitalice Jaén”

LA ENTREVISTA

Impulsa una coalición centrista, “Cree en Europa”, con la que el “ex” de Ciudadanos pretende dar un giro a las políticas dictadas desde Bruselas con la mirada puesta en la gente. Edmundo Bal Francés (Huelva, 1967), abogado del Estado de profesión, confía el número tres de la candidatura a una jiennense, María Orozco, por lo que la provincia tendrá peso, a partir del domingo, si los ciudadanos confían en un partido pequeño con grandes aspiraciones.

—¿Cómo lleva la campaña?

—Bien, ya llevo unas cuantas a mis espaldas y la verdad es que está siendo muy bonita, aunque estoy agotado. Somos un partido pequeño, con una estructura muy artesanal y el aliciente personal es importante. Sin embargo, estoy muy contento, porque vamos construyendo un proyecto bueno y lo relevante es que las personas nos voten, pero también importa mucho la construcción de una estructura y unos cimientos a partir del día 10.

—¿Qué expectativas baraja?

—Peleamos por la representación, por poder conseguir llegar al Parlamento Europeo, que es un magnífico altavoz para dar a conocer nuestras políticas respecto a Europa. Hemos logrado, para lo jóvenes que somos, lanzar un programa muy ambicioso que es para España desde Europa, mientras los demás andan peleándose, me refiero a todos, incluso a las nuevas formaciones, porque a nadie escucho hablar de Europa más que a nosotros. Necesitamos convencer a los votantes de la importancia de estas elecciones pidiéndoles que sean responsables para que no se comentan tropelías como la amnistía. ¿Qué pasa? Que al ser pequeños no salimos en las encuestas, pero hemos pulsado el ambiente entre los nuestros, que no quieren ser ni rojos ni fachas, y están contentos porque ven una papeleta que antes no tenían en las urnas. Se ve ilusión y hemos detectado que hay una cierta angustia o necesidad de que alguien ocupe este espacio auténtico de centro. Estamos esperanzados en conseguir un resultado digno. ¿Es imposible? No. ¿Es más difícil? Sí, porque el sistema favorece al clásico bipartidismo.

—Cuando era portavoz de Ciudadanos estaba convencido de que estaba en el centro y, ahora, también. ¿Con qué se tiene que quedar el ciudadano?

—Yo me afilié a un partido que yo creía que era de centro, pero hoy en día es de derechas, que milita con uno de los dos bloques. Nosotros no, porque no entramos en el espectáculo en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados, con insultos, crispación y la perspectiva de eliminar al que tengo enfrente. Nuestro programa es acabar con ello y conseguir acuerdos con los partidos moderados. Lo que está haciendo ahora Carles Puigdemont, desde la perspectiva siempre de que a España le vaya mal, no lo vamos a permitir. ¿Puede Ciudadanos hacer lo que nosotros hacemos? No, porque sólo puede pactar con un partido y no con el otro, porque si estás en una trinchera disparando contra lo enemigo, nunca te podrás etiquetar como un partido de centro. Esto no lo puede hacer en este momento en España más que Cree.

—¿Cuáles serán las principales políticas de Cree en el Parlamento Europeo?

—Nosotros estamos hablando de un programa político extenso, creado por Nexo Plataforma, formado por personas de la sociedad civil, que está en la página web de nuestro partido. En líneas generales, queremos que exista un Código Penal Europeo que impida bochornos como lo ocurrido con Carles Puigdemont. Hace falta una política común de defensa, porque los veintisiete países tenemos más fuerza que Rusia juntos, pero no podemos librar una batalla conjuntamente, porque tenemos armamento duplicado, porque la formación del Ejército no tiene un protocolo de acción único... Hace falta una política de inmigración común, donde los países del norte solidaricen con los del sur, porque no es un problema de España, Portugal, Grecia e Italia, sino también de Alemania o Dinamarca, por lo que proponemos un catálogo de profesiones para la inmigración. Necesitamos también una armonización fiscal, porque dentro de la Unión Europea hay paraísos fiscales que compiten con capitales nacionales. Hay que reformar la política agraria común y democratizarla, además de acabar y sancionar a los países que no establezcan medidas en contra de las fronteras comerciales, porque no se puede permitir que los agricultores se vean obligados a tirar sus productos. Otro asunto importante es el tema de la despoblación. En Jaén nos encontramos ciudades como Linares que han tenido un pasado industrial exitoso y, sin embargo, hoy la gente se ve obligada a trabajar fuera. Necesitamos un plan de ayudas cuando se producen descensos de población bruscos y que profundice en este problema. Queremos más Europa, pero otra Europa.

—¿Qué puede aportar su partido a la provincia de Jaén?

—Lo primero es la desburocratización, seguida de la Política Agraria Común, la Ley de Cadena Alimentaria y la reindustrialización que, en el caso de Jaén, necesita inversión para la construcción de infraestructuras e, incluso, una buena comercialización de los productos del campo. La falta de comunicaciones es deficitaria, pero no sólo físicamente, sino también en telefonía móvil o electricidad. Son cosas de justicia, que se tienen que medir y tomar decisiones que sean beneficiosas para que el capital privado acuda a revitalizar la provincia.

—¿Qué puede decir de su candidata número 3, María Orozco?

—La conozco desde hace mucho, fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jaén con la competencia más delicada, Hacienda, se mantuvo leal a sus principios y tiene un perfil de gran formación, una persona que dice la verdad y mira a la cara a los votantes, no los trata como niños pequeños. Tiene un currículum espectacular comparado con los candidatos que presentan los grandes partidos, con experiencia internacional y sería una gozada que consiguiera representación.

—Mensaje final de campaña.

—Son unas elecciones muy relevantes, porque Europa es muy importante para España, por lo que pido a los ciudadanos responsabilidad y que voten a formaciones como la nuestra, que tenemos programas frente a la política de crispación. Nuestra política es útil.