Dura situación de un sector clave

Las gasolineras jiennenses sufren pérdidas superiores al 80% por la pandemia

24 abr 2020 / 12:26 H.
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La cara más amarga de la esencialidad. Esta es la controversia que viven las gasolineras tanto de la capital como de la provincia, dado que son determinantes para todos aquellos transportistas que transportan productos de primera necesidad como la alimentación, pero que su actividad se ha visto mermada sensiblemente debido al confinamiento decretado por el Gobierno central y las consiguientes denuncias que puedan acarrear desplazamientos innecesarios por carretera.

De este modo, las estaciones de servicio de la provincia han sufrido unas pérdidas que superan el 80% en cuanto a sus ventas, una situación que ha obligado a la mayoría ha reorganizarse acogiéndose a un ERTE o dando parte de las vacaciones a sus empleados. “En muchos casos, las gasolineras han tenido que reducir sus horarios, como en el turno de noche y los fines de semana”, señala el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Jaén, Alfredo Arenas.

El mayor coste de las estaciones son los empleados. Durante este Estado de Alarma salió un Real Decreto (RD) por el que los sectores esenciales, entre ellos las gasolineras, debían tener unos servicios mínimos del 50%. “Algunas gasolineras que se adaptaron a esta situación, han tenido que reorganizarse de nuevo y mantener su horario anterior”, asegura un Arenas. Luego están aquellos empleados que, en lugar de tomar esta medida, les han dado vacaciones. “En este caso, los trabajadores se van rotando por semanas o quincenas”, señala el representante de la patronal del sector. Por último, desde la patronal del sector denuncian el papel que juegan aquellas cooperativas agrícolas que cuentan con estaciones de servicio. “Cuando hay demanda, cada uno tiene su parcela de mercado, pero ahora que la venta es residual están haciendo daño al sector y, además, no se guardan las condiciones higiénicas de seguridad”, señala Juan Cobo, de gasolinera La Planeta en Mancha Real.

PRECIO Y FUTURO INCIERTO. En cuanto al precio del combustible, el consumidor puede notar una oscilación que rondará el 15%. Actualmente el precio del carburante ronda el euro. “Hay que tener en cuenta el componente fijo de los impuestos, que son un 70% (...) debería bajar un poco más”.

En cuanto al porvenir que les espera a las estaciones una vez se levante el estado de alarma, solo hay una palabra: supervivencia. Teniendo en cuenta que el levantamiento del confinamiento será progresivo, de modo que las ventas, según calculan desde la Asociación de Estaciones de Servicio, las ventas podrían bajar hasta final de año en torno a un 40%. “Puede que en lugar de vender solo una cuarta parte vendamos hasta la mitad, pero la caída será importante”, asegura Bartolomé Pancorbo, encargado de la gasolinera Quesada Eliche. A diferencia de algunas gasolineras de autovías en las que las cafeterías ofrecen comida —de manera gratuita como en la del kilómetro 258 de la A-4 en Santa Elena—, su cafetería está cerrada. “Aquí tenemos una máquina en la que el transportista puede tomarse un café o comprar un sandwich durante su parada”, asegura Pancorbo, quien apunta que en esta estación han aplicado un ERTE que ha afectado a cuatro trabajadores.

Otra estación abocada a aplicar varios Ertes, es la gasolinera La Planeta, cuya matriz se encuentra en Mancha Real y que ha afectado a entre diez y doce trabajadores. “El restaurante lo cerramos desde el principio y nosotros siempre teníamos dos personas por turnos que servían, pero ahora es autoservicio y hay una sola persona en caja”, resalta Juan Cobo, quien recuerda la labor permanente que debe hacer desinfección de mangueras y reposición de guantes y geles hidroalcohólicos.

Jaén