Dos peligros acechan al olivo por las altas temperaturas

El repilo y las polillas amenazan con dañar la floración de la aceituna

21 mar 2020 / 15:38 H.
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El olivar se siente nuevamente amenazado y esta vez por dos peligros que pueden afectar a la floración de la aceituna en las próximas semanas como es la llegada de las polillas y el repilo, ya que con las altas temperaturas que se están dando en la provincia en estas fechas, estos dos riesgos se pueden dar en el campo jiennense y convertirse en un motivo más para preocupar a los agricultores que viven momentos complicados por la crisis que sufre el sector.

Jaén sufre unas condiciones meteorológicas idóneas para el desarrollo y proliferación del repilo en el olivar, como son las suaves temperaturas y presencia de agua sobre la superficie vegetal de cultivo. Por ello, desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) recomiendan tomar las medidas oportunas para evitar una elevada incidencia de esta enfermedad, más aún cuando se prevén lluvias para los próximos días. Asimismo, alertan que para que la infección tenga lugar se necesita agua libre sobre la conidia (elemento reproductor del hongo) y sobre la zona de penetración en el tejido receptor (normalmente la hoja), así como temperaturas comprendidas entre los 8 y 24 grados, con una cifra óptima de 20. Los síntomas más característicos del repilo es la aparición en la hoja de manchas circulares de color oscuro y en ocasiones rodeadas de un halo amarillento. Además, en la parte posterior pueden aparecer zonas oscuras a lo largo del nervio central. Para comprobar la presencia de estas infecciones de repilo, existe un método que posibilita un diagnóstico rápido de la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas externos, para ello, se sumergen las hojas a analizar en una solución de hidróxido sódico (sosa cáustica) al 5% dejándolas durante casi media hora, y a medida que se vaya alcanzando este periodo de tiempo irán apareciendo manchas más o menos circulares de color negro en el haz o en el nervio central del envés de las hojas.

Desde la RAIF recuerdan que, con este método, hay que evitar utilizar tanto hojas muy jóvenes, ya que pueden dar falso positivos, así como aquellas que tengan heridas o estén dañadas. Se aconseja la realización de podas selectivas que favorezcan la ventilación dentro del árbol. En cuanto a la medida de control más utilizada es la aplicación foliar preventiva de fungicidas, especialmente de compuestos cúpricos. Estos actúan como protectores, inhibiendo la germinación de las conidias e impidiendo el establecimiento de la infección.

Por otro lado, la RAIF también realizó labores de monitoreo de la generación antófaga de la polilla del olivo y alertó de la previsión de que produzca daños entre 7 y 15 días en aquellas zonas más adelantadas con clima favorable. Ante esta situación, recomiendan que en estos momentos hay que detectar y cuantificar la incidencia en la floración y decidir cuándo hacer un tratamiento fitosanitario para que tenga mayor eficiencia. La polilla del olivo es una plaga que afecta a estos árboles pudiendo llegar a producir grandes daños. Está extendido por todo el Mediterráneo y sus orígenes se remontan a la antigua Grecia. Se trata de una pequeña mariposa monófaga (se alimenta de una única planta) de unos 6 milímetros de longitud que presenta tres generaciones anuales que afectan a distintos órganos del olivo: hojas, flores y frutos. Esto actúa al comienzo de la primavera y del otoño, que son las épocas del año en la que se dan las condiciones meteorológicas idóneas para la propagación de la plaga.

Jaén