Doce años de cárcel para el padre que abrasó a su bebé en la bañera
La Audiencia considera probado que le echó agua ardiendo de forma intencionada

La Sección Tercera impone una dura sentencia a Manuel C. M. Estará doce años en la cárcel después de que la Audiencia Provincial de Jaén considere probado que abrasó a su hijo intencionadamente en la bañera cuando era un bebé. El niño, desde entonces, vive un calvario debido a las terribles deformidades y las continuas operaciones a las que se ha de someter. El fallo es durísimo y describe que el niño, de tan solo 5 meses, se le caía la piel después de entrar en contacto con el agua caliente. Además, la Audiencia Provincial de Jaén describe que las pruebas dejan claro que Manuel C. M. no quemó a su niño de manera accidental —como argumentó en la vista del juicio—, sino de forma intencionada. De hecho, los magistrados afirman que se preocupó de no quemarse él y que los lugares donde tenía las heridas demuestran que no metió al bebé en una bañera con agua caliente por error, sino que se la echó por encima.
La sentencia considera probado que Manuel C. M. acudió a casa de su hermana —en el Polígono de El Valle—, se quedó solo con el niño y decidió bañarlo. “Adoptó previamente las debidas de salvaguarda para su propia integridad física, lo introdujo en la bañera”, dice el fallo judicial. No obstante, pese a que el ahora condenado dijo que abrió el grifo monomando y por accidente quemó al niño porque salió de repente el agua caliente, la Audiencia Provincial opina otra cosa: “Una vez que hubo llenado de agua hirviendo a altísima temperatura un recipiente válido, lo volcó sobre el cuerpo de su hijo. Lo hizo lo suficiente para alcanzar la zona de los glúteos, genitales, cara anterolateral del tronco, muslos y piernas. El niño comenzó a llorar, pero lo mantuvo en contacto con el agua hasta que finalmente lo extrajo, lo cubrió con un trapo y lo empezó a secar mientras que se le desprendía la piel. Cuando llegó su hermana y su pareja, fue trasladado al Complejo Hospitalario y quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica. Mientras, el procesado no presentó lesión alguna. Unos días más tarde, el bebé fue trasladado a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El niño tardó en curar de sus lesiones 296 días, se ha sometido a constantes operaciones y no se descarta que tenga que pasar más veces por el quirófano, ya que puede existir limitación funcional en sus articulaciones.
La Audiencia Provincial se ha centrado en la manera en la que le cayó el agua al niño. De hecho, señala que tenía quemada gran parte del cuerpo, salvo los pies, las manos y la parte central de la espalda. Por eso, los magistrados no se creen la versión del acusado de que lo metió en agua caliente por accidente o que se le abrió el grifo, ya que consideran que los pies y las manos eran lo primero en abrasarse en un niño tan pequeño que se introduce en una bañera con agua ardiendo o en la que se abre el grifo por error. Cuando ocurrieron los hechos, el niño tenía 5 meses y 18 días de vida.