Detenido por explotar a inmigrantes sin papeles en su vaquería

Presuntamente, no dio de alta a sus trabajadores, que tenían jornadas de hasta doce horas por sueldos míseros

05 jul 2019 / 08:44 H.

La Policía Nacional ha detenido en la capital a un ganadero por un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros. Presuntamente, J. R. C. B., de 50 años, explotaba laboralmente a inmigrantes en su vaquería, ubicada en las afueras de la ciudad. En concreto, y según han relatado dos de las víctimas, el empresario se aprovechaba de que carecían de la documentación para residir y trabajar en España para someterlos a jornadas de doce horas de duración, a cambios de sueldos de miseria o, directamente, no pagarles nada. El hombre fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén, cuya titular, Carmen Ballesteros, decretó su puesta en libertad con cargos, según explican las fuentes consultadas.

El caso se destapó hace unos días a raíz de una denuncia anónima recibida en la Comisaría. En ella, un ciudadano suramericano relataba que estuvo trabajando para un empresario de Jaén, en concreto en una vaquería, en unas condiciones que se asemejaban a las de la semiesclavitud. Además, explicó que había más trabajadores en la mismas condiciones. Fue, entonces, cuando los miembros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía abrieron la denominada operación “Milk”, en la que también colaboraron funcionarios de la Inspección de Trabajo. Los agentes realizaron una visita a la vaquería para realizar un control. Nada más llegar al lugar, localizaron al dueño de la empresa y a otro ciudadano, de origen extranjero y que vestía con ropa de trabajo. Nada más detectar la presencia policial, el empresario hizo indicaciones a su empleado para que marcharse de allí. Sin embargo, fue interceptado por los agentes. El hombre se encontraba indocumentado, por lo que fue trasladado a la comisaría para su plena identificación. Allí, la Policía comprobó que se encontraba en situación irregular en España, donde había llegado hace más de un año.

El empleado contó que había comenzado a trabajar para el detenido hace varios meses y que no lo dio de alta en la Seguridad Social porque carecía de papeles. Agregó que le imponía unas condiciones abusivas, ya que le pagaba dos euros y medio por hora, según siempre su declaración. Cuando le pedía un aumento, el patrón le decía que “eso es lo que había”. Otro de los testimonios recabados por la Policía fue el de otro inmigrante sudamericano, quien señaló que trabajaba desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde y desde las cuatro hasta las doce de la noche. Aseguró que el primer mes no le pagó y que por el segundo, su jefe le abonó solo 600 euros, después de reclamarle el dinero en numerosas ocasiones. El empresario arrestado negó estos hechos, tal y como explican las fuentes judiciales.