Desde Aldeahermosa a Catarroja, Sergio Sánchez está en primera línea ayudando

Los distintos colectivos y particulares continúan ofreciendo su ayuda al pueblo valenciano ante los estragos que ha dejado la DANA a su paso. Desde muchos municipios de la provincia se han desplazado hasta los distintos puntos afectados para ofrecer todo tipo de servicios. Sergio Sánchez Torres, natal del núcleo montizonero de Aldeahermosa, puso a punto sus vehículos y se desplazó durante la madrugada del sábado hasta Catarroja para brindar todo su apoyo a los vecinos. En concreto, llevó maquinaria agrícola hasta el municipio con la que poder retirar la multitud de escombros y restos de vehículos y mobiliario urbano, entre otros, que se encuentran cubiertos por una contundente “alfombra de barro”. A pesar de que hay muchísimas personas muy implicadas con lo ocurrido, también es muy necesario el uso de máquinas para facilitar todo el trabajo. Y es que desde el momento en el que fue conocedor de los hechos sabía que tenía que hacer algo al respecto.

En estos momentos, el municipio está completamente bañado por un fango que, en algunos puntos, tiene hasta un palmo de altura. Aunque con la ayuda de todo el mundo se está reduciendo el barro, el agua que inundó los garajes y plantas bajas ha salido a las calles, por lo que ha vuelto a reblandecerlo. Durante estos dos días —por el momento—, el aldeano afirma que ha trabajado para llevar a cabo la retirada lo más rápido posible. A su lado cuenta con numerosos grupos de personas, algunas de Catarroja y otras de distintos puntos del país, que agilizan más esta ardua tarea.

El municipio, uno de los afectados por la DANA, contó ayer con el refuerzo de muchas más personas para limpiar el lodo y, aunque el ambiente continúa repleto de tristeza e impotencia, en cierto modo ha hecho sentir mejor a la multitud de familias que lo han perdido todo. “Esto es un desastre vayas por donde vayas y te dan ganas de llorar”, asevera Sánchez. “Te encuentras todos los coches y muebles de las casas destrozados; a las personas empujando un carro con una caja de leche y un poco de comida que han pillado de dónde sea, además del barro llegándole por las rodillas”, relata el aldeano. “Te dan ganas de llorar allá por donde vayas porque es algo desolador”, dijo, para agregar a continuación: “Por las noches no hay luces en las calles”.

Por otro lado, Sánchez resaltó que hay muchísima gente ayudando en todo lo posible y, sobre todo, jóvenes de entre dieciséis y veinte años que están dándolo todo por la multitud de damnificados por la DANA, además de los bomberos que “están haciendo un buen papel”. “Aquí hace falta no una, sino veinticinco mil máquinas y quinientas mil personas para poder poner esto un poco en orden”, sentencia Sánchez. Los distintos colectivos comenzarán esta semana con los envíos a los distintos puntos afectados, además de multitudinarios grupos de personas que emprenderán su viaje hacia la zona para contribuir en todo lo que sea necesario. Los días siguen siendo desoladores, pero la única esperanza que queda es la unión de la ciudadanía para seguir luchando.