Desbordadas la ITV y las quejas de los conductores

La Junta dice que busca soluciones, pero aún no las especifica

14 nov 2019 / 10:58 H.

Tiene delante 160 personas más”, fue el escueto mensaje que leyó un conductor de Jaén en la máquina que expende los boletos con el número de orden para entregar la documentación, pagar y pasar la obligatoria inspección técnica del vehículo en la ITV del Polígono Los Olivares. “Eran las cuatro de la tarde, relata visiblemente contrariado, y ya lo he intentado varias veces esta semana”. No tenía cita previa, pero es una más de las quejas que se reciben en este periódico ante el colapso que congestiona el servicio en las estaciones de inspección.

“Se trabaja para encontrar las soluciones adecuadas y que ningún agricultor se quede sin pasar la ITV”, respondió Maribel Lozano, delegada del Gobierno de la Junta, preguntada por el asunto en una rueda de prensa. Reconoció el problema general de “la larga lista de espera” y particular de los agricultores, pendientes de poner en orden sus vehículos para el campo en vísperas de la recolección de la aceituna. Circunstancia que denunció recientemente la organización agraria COAG en Jaén, advirtiendo de que podría causar un retraso en el inicio de la campaña. La delegada no precisó qué tipo de medidas se pueden aplicar hasta que no termine el trabajo previo y se tomen decisiones. Y sobre la posibilidad de que los conductores, agricultores camino de los tajos en este caso, pudieran ser multados por no tener la inspección en regla, también apeló a este argumento: “Se están viendo mecanismos para solucionar también este asunto, pero se conocerá todo cuando se tomen todas las decisiones en la instancia oportuna, para ponerlos en marcha”, dijo.

Odisea ciudadana. Lo cierto es que aumenta el tono y el volumen de las quejas. Otro vecino de la capital cuenta su peripecia desde que pide cita hasta que le dan alternativas, que no considera viables. Una odisea menor, pero que altera su vida cotidiana. El 5 de diciembre cumple el plazo para pasar la inspección de su utilitario familiar. Pide día y hora con antelación suficiente; primero por teléfono, ayer mismo. Le dan cita para el 17 de diciembre como primer día disponible. Había desistido de hacerlo en la web: terminaba de cumplimentar el cuestionario y le salía la palabra “error” sin remisión. “La imperfección de las nuevas tecnologías”, dice no sin sarcasmo. Pregunta después a la persona que le atiende por el motivo del retraso, y “me confirma que no les envían personal de refuerzo”. Parece ajeno, en un primer momento, al problema agudizado por el inicio de la campaña y con los tractores, camiones y “todo terreno” acudiendo a la inspección. Pero cree que no se debe culpar a “los ciudadanos por ir a cumplir honradamente” con una obligación. Y lo explica con dos frases lapidarias. No viene al caso aplicar ahora aquello de “se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena”. Más bien, asegura, “no existen malas tropas, sino pésimos mandos”. Cuando llega el momento de buscar alternativas, en la propia ITV, asegura, le dan tres opciones. Pasarla en otra estación cercana a Jaén. Martos es imposible, dice. Ir a Úbeda o Guarromán lo descarta. ¿Quién me paga el combustible?, se pregunta. Y la tercera, reservar el 17 de diciembre. Lo ha hecho. Pero teme una multa si lo para la Guardia Civil. No puede inmovilizar su coche hasta ese día porque es de uso familiar obligado, imprescindible

“El problema no es mío”, se queja, Quiere hacerlo formalmente, y anima a otros, ante la Consejería de Hacienda e Industria.

Los sindicatos presionan, piden
más plantilla y que no se privaticen

Los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO llevan tiempo advirtiendo de la falta de plantilla en la empresa pública Veiasa (Verificaciones industriales de Andalucía), que gestiona las ITV, dependiente de la Consejería de Hacienda, Industria y Energía. Comisiones, de hecho, se manifestó con unos 300 trabajadores en la Consejería en Sevilla el pasado 16 de octubre, alertada por la posibilidad de que no se renovaran hasta 700 contratos eventuales de los 1.330 que tienen la estaciones de inspección. Exigían que no se privatice este servicio público, aunque la Junta ha negado que vaya a hacerlo; si bien ha advertido de que la UE no tolera los monopolios. El sindicato alertaba también de la carga de trabajo y de la merma de calidad en el servicio.

UGT había convocado paros en Veiasa para el pasado 8 de noviembre. Los paros se desconvocaron un día antes, tras alcanzar un acuerdo con la Junta por el que ésta se comprometía a analizar las necesidades de plantilla en relación a la carga de trabajo necesaria para cumplir con los requisitos de calidad del servicio. La reivindicaciones de UGT buscan el empleo estable y la contratación ante la “grave” falta de personal, y mantener como públicas las ITV.