Desarticulada una red de explotación de seres humanos

La Guardia Civil detiene a 16 miembros de la red criminal y detecta más de 145 víctimas extranjeras

04 oct 2019 / 11:30 H.

La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que operaba en diversas provincias españolas —entre ellas la de Jaén— y que se dedicaba a explotar a personas de nacionalidad rumana y moldava. Su modus operandi se basaba, por un lado, en el método del engaño y, por otro, en las falsas ofertas de trabajo por internet. Desde la organización prometían una especie de sueño americano a la española y llevaban a las víctimas a diferentes explotaciones agrícolas con el verdadero objetivo de explotarlas laboralmente en las campañas de recogida de diferentes cultivos agrarios.

Una vez las captaban, eran trasladadas en diferentes medios de transporte a distintas zonas de explotación laboral, donde las obligaban a realizar las actividades en condiciones de precariedad. Asimismo, residían en lugares donde las víctimas se encontraban totalmente hacinadas y sin que les fueran respetados sus derechos fundamentales.

La operación de la Guardia Civil se salda con la detención de 16 personas —además de en Jaén— en las provincias de Huelva, Córdoba, Badajoz y Albacete. Cabe destacar que todos ellos son integrantes de la organización criminal investigada, los cuales realizaban labores de captación, traslado y control de las víctimas, entre los que también se incluyen cinco empresarios que actuaban en connivencia con esta organización. De las más de 145 víctimas detectadas, se ha conseguido identificar y liberar hasta el momento a 18 de ellas, todas de nacionalidad rumana y moldava, siendo posteriormente trasladadas a distintas oenegés. Esta era la manera que tenía la organización criminal de actuar. Captaban con ofertas falsas de empleo a las víctimas para posteriormente explotarlas laboralmente mientras vivían en habitáculos muy pequeños y en malas condiciones.

FALSAS OFERTAS. Además del método del engaño, la organización desarticulada también utilizaba otro sistema, que no es otro que el de realizar ofertas de trabajo en internet, por medio de las cuales captaba a sus víctimas y las engañaban con falsas promesas de empleo en adecuadas condiciones de trabajo. De hecho, a las víctimas les hacían pensar que tendrían un futuro con importantes beneficios económicos. Nada más lejos de la dura realidad.

El ámbito geográfico en el que operaba el grupo investigado abarcaba a distintas provincias españolas y a Portugal, en función de los distintos tipos de cultivo de temporada. De esta forma, la investigación de la Guardia Civil se centró en las provincias de Jaén, Córdoba, Badajoz y Huelva, aunque derivaron otras vinculaciones a nivel nacional e internacional, por lo que se contó con la colaboración en la investigación de miembros de Europol, especializados en este tipo de ilícitos penales. Los “captadores” de la organización aseguraban a las víctimas que, una vez en España, residirían en unas condiciones dignas, tanto laborales como de vida, algo que posteriormente se incumplía, puesto que estas personas vivían en condiciones de semiesclavitud y de precariedad extrema. Era tanto, que incluso pasaban algunos días en los que no podían ni siquiera comer.

En concreto, a las víctimas de nacionalidad moldava les retiraban su documentación original y les proporcionaban pasaportes y documentación de ciudadanos de Rumanía. ¿El objetivo? No era otro que simular una situación de estancia regular en España. Ahora, la Guardia Civil desarticula la organización, que consiguió captar, según las fuentes, a más de 145 extranjeros, de los que hasta ahora solo se ha conseguido identificar a 18. Todos ellos fueron reinsertados y derivados a oenegés.

Los principales miembros de la organización disfrutaban de un alto nivel de vida e incluso se llegó a acreditar a lo largo de la investigación, que este grupo criminal podía llegar a facturar mensualmente más de 1.000.000 de euros de las empresas en las que las víctimas desarrollaban su actividad laboral. También fueron intervenidos 5 vehículos, con los que la red realizaba los traslados de las diferentes víctimas, así como otros 2 de alta gama, utilizados por los líderes de la organización para sus diferentes desplazamientos. Finalmente se llevaron a cabo 15 registros, 4 de ellos en explotaciones agrarias en las que las víctimas eran explotadas laboralmente. Para estos registros se contó con la colaboración de personal del Ministerio de Trabajo, que apoyó y complementó el trabajo de los agentes durante el dispositivo.

Unidad indispensable para alcanzar el éxito
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La operación fue realizada por un grupo conjunto de trabajo formado por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Jaén y la Sección de Trata de Seres Humanos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en colaboración con las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de Huelva, Albacete, Córdoba y Badajoz. Además, se contó con el apoyo de la Unidad Técnica de Policía Judicial y de expertos en el trato y toma de declaración de víctimas. En este sentido, se efectuaron más de 150 a potenciales víctimas del delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, para lo que fue necesario contar con el apoyo de más de veinte traductores de los idiomas rumano y moldavo, dado que gran parte de las víctimas no entendían el idioma español. Uno de los mayores logros de la investigación es que, gracias a las gestiones realizadas por el equipo de trabajo, actualmente, una parte de las víctimas del delito investigado trabajan y se integraron plenamente en el ámbito laboral, gracias a la colaboración de oenegés y de un empresario del ámbito de la explotación de los frutos rojos en la provincia de Huelva.