Desarticulada una banda de robo de cableado telefónico
La Guardia Civil investiga a dieciocho personas con edades comprendidas entre los 20 y 40 años

Según han informado fuentes policiales, la Guardia Civil ha confirmado que ha desarticulado una organización criminal compuesta por dieciocho personas con edades comprendidas entre los 20 y 40 años, afincadas en varias localidades de la provincia de Córdoba. Los efectivos han informado que la banda se dedicaba al robo de cableado telefónico en la provincia de Jaén, aunque las fuentes consultadas han afirmado que se investiga este tipo de hurtos en otras zonas de la región andaluza. A los investigadores se le imputan los delitos de robo con fuerza en las viviendas, hurto, daños, pertenencia a grupo criminal y contra el medio ambiente y los recursos naturales.
Esta operación ha sido llevada a cabo por el equipo ROCA de Beas de Segura, coordinado con el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de los de Villacarrillo. Asimismo, la Guardia Civil ha comunicado que la investigación comenzó en el mes de marzo del 2023, motivada después de recibir varias denuncias en diferentes dependencias, en diferentes municipios de la provincia jiennense.
Los agentes han informado que se realizaron una veintena de delitos en los que se sustrajeron alrededor de 20.100 metros de cable de cobre en Beas de Segura, Villacarrillo, La Carolina, Andújar, Baños de la Encina, Martos, además de en La Carlota, en Córdoba y Antequera, en Málaga. Un total de 3.6000 kilogramos de tendido telefónico, además se han intervenido tres furgonetas y las herramientas utilizadas para llevar a cabo los actos delictivos. Además, los presuntos ladrones realizaron sus fechorías durante la noche e inutilizaban las alarmas de las viviendas o locales antes de proceder al robo. Para extraer el cobre, las personas detenidas quemaban el cableado eléctrico al aire libre y esto provocaba la emisión de gases altamente nocivos para el medio ambiente y la salud pública.
Por último, los agentes han remarcado que la sustracción de cobre ilegal, supone un grave perjuicio medioambiental, ya que el cableado contiene materiales que, al prender, libera sustancias tóxicas a la atmósfera. Sin olvidar, las importantes pérdidas económicas que supone para las empresas de telecomunicación, las viviendas y las zonas rurales afectadas.