Denuncia que un banco le ha tapiado su piso “por error”

Una familia no puede entrar a su casa porque le han colocado una “puerta antiokupas”

15 dic 2015 / 09:05 H.

Luisa Olmedo, una anciana jiennense de 82 años, lleva cuarenta días sin poder entrar en su casa. ¿El motivo? Una entidad financiera —el BBVA— ha colocado “por error” una puerta “antiokupas” en el acceso de su vivienda. “Es algo de locos”, explica José Melendo, uno de los cuatro hijos de la afectada, quien critica que el banco apenas los escuchó cuando le planteaban lo que ocurría: “No nos hicieron ni caso”, añade.

La pesadilla de esta familia comenzó a principios del mes de noviembre. Desde que enviudó, Luisa Olmedo está viviendo en la casa de otro de sus hijos. “Así cuidamos de ella”, explica José. Solo va al piso en el que ha vivido durante las últimas cuatro décadas, en el bajo izquierda del número 3 de la calle San Andrés, “para dar una vuelta de vez en cuando y recoger ropa para los cambios de estación”. Con la llegada del frío, la mujer acudió a su casa y, literalmente, se la encontró “blindada”. Habían colocado una puerta de acero de unos 150 kilos de peso bloqueando el acceso de la vivienda. Se trata de un dispositivo para evitar que los “okupas” se cuelen en los inmuebles deshabitados. “En un primer momento, no sabíamos ni lo que pasaba”, recuerda José Melendo.

Tuvieron que preguntar mucho para saber que el responsable de la colocación había sido un banco, en concreto, el BBVA. Y cuando lo averiguaron no salían de su asombro: “Nos asustamos mucho. Somos gente humilde, pero no debemos nada a nadie y, mucho menos a ese banco. Llegamos a desconfiar de nosotros mismos. No sabíamos si alguno de nosotros había pedido un préstamo sin que los demás lo supieran, avalado por nuestra madre”, asegura. Tuvieron que ir al Registro de la Propiedad para cerciorarse que el piso familiar esta libre de cargas.

Esa documentación les permitió darse cuenta de que la única explicación a lo sucedido era que el banco había cometido un error. La entidad financiera pretendía tapiar otro piso que posee en propiedad en ese mismo inmueble, en concreto, el primero derecha. “Lo que ocurre es que se equivocaron al poner la puerta y la colocaron donde no era”, aclara José Melendo. Su familia acudió a una sucursal del BBVA en la capital para pedir explicaciones: “No nos hicieron ni caso. Nos decían que eso no podía ser, que era imposible y que no había fallo”, añade.

Por ello, se presentaron en la Comisaría. “La Policía nos explicó que ellos no podían hacer nada”. Así que recurrieron a los servicios del abogado Juan Manuel Jiménez. El letrado presentó una denuncia y se puso en contacto con el banco, que le envió una carta en la que ya sí reconocía su equivocación y que pretendía subsanarla lo más pronto posible. Lo que pasa es que todavía no ha podido hacerlo, debido a que el caso está en los tribunales. Mientras tanto, Luisa Olmedo y sus hijos no pueden acceder a su casa: una puerta blindada de acero de 150 kilos se lo impide.