Denuncia el “deteriorado” estado de las zonas rurales

El jiennense Francisco Manuel, guarda rural, reivindica la necesidad de la figura de estos profesionales en Jaén

17 jun 2019 / 11:33 H.

El guarda particular de campo es un cuerpo de seguridad privada de gran abolengo en España. Sus agentes tienen a cargo la vigilancia, el mimo y la protección de las fincas rústicas de España. Estos profesionales prestan un servicio de seguridad que está inspeccionado y controlado por la Guardia Civil, al que sirven como complemento perfecto.

En la provincia, existe la figura de guardia rural en diversos lugares, como Úbeda, Baeza o los municipios próximos a Sierra Morena, sin embargo, algunos profesionales ponen de manifiesta la necesidad de poner esta figura en valor en la capital. Es el caso de Francisco Manuel Alarcón, jiennense y guarda rural, que asegura que la presencia de estos profesionales en las zonas rurales que rodean Jaén mejoraría la “complica situación en la que se encuentran lugares como Puente la Sierra o los Cañones”. “Existe un gran deterioro en estas zonas debido al descuido y la falta de civismo de los visitantes, también se pueden ver vertidos de algunas fábricas que terminan por llegar al río con un resultado nefasto para la fauna”, manifiesta este profesional. Un pensamiento que asegura compartir con muchos de los compañeros jiennenses que forman parte de las distintas asociaciones de guardias rurales. Con el objetivo de denunciar el estado de estas tierras y concienciar al Ayuntamiento de la necesidad de poner en valor la figura del guardia ha intentado ponerse en contacto con el Ayuntamiento en varias ocasiones. “Desde hace más de tres años he seguido el procedimiento necesario para poder reunirme con el hasta ahora alcalde, Javier Márquez o alguno de sus concejales, pero la respuesta siempre ha sido la misma, ninguna”, comenta Alarcón. Aun así no pierde la esperanza y, con el recién estrenado equipo de Gobierno local volverá a intentarlo para, además de poner en valor la figura de estos profesionales, se conozcan los problemas en las zonas rurales de la capital para que dejen estar “abandonados”. Su denuncia es clara: “En Jaén no se realiza un buen control de estas zonas porque la Policía Local no tiene esas competencias y el Seprona se encarga una gran demarcación, los que trabajan en la zona de Jaén son los guardias de coto creados por la Junta de Andalucía lo que deja a nuestro cuerpo, el mejor preparado para cuidar estas zonas, fuera”. También está en contacto con las propias asociaciones para que ellas conozcan su labor, así como con colectivos de caza, pesca, y otros como Asaja y cooperativas para que sean ellos los que “los ayuden a cambiar su actual situación”.

Otro de sus objetivos es concienciar de las posibles consecuencias que puede conllevar el “descuidado estado de las zonas rurales”. “Los residuos y restos de basura y demás artículos aumentan el riesgo de incendios, las cuencas de los ríos se ensucian y estos materiales se acumulan, aumentando el riesgo de un posible desbordamiento, animales que beben de un agua en mal estado, y otros problemas que pueden afectar a la población de no tomar medidas de inmediato”, relata este guarda rural que cree que la mejor solución es “aumentar la seguridad y un mayor control en esas zonas”.