De la resaca constituyente a la marea del 19-J
El 15 de junio de 1977 España votó moderada y 45 años después las encuestas apuntan la misma dirección en las andaluzas
Adolfo Suárez convocó las primeras elecciones generales en España, las constituyentes tras la restauración democrática, el 15 de junio de 1977. Fue el jefe del Estado, el rey Juan Carlos, quien firmó el Real decreto de 15 de abril, número 679. Los españoles no votaban libremente desde el mes de febrero de 1936, con la Segunda República. Suárez rozó la mayoría absoluta en las constituyentes con 170 diputados, más 106 senadores. Unión de Centro Democrático, su criatura política, había cerrado filas sin fisuras en torno a su indiscutible liderazgo. El PSOE, liderado por Felipe González, le había apretado en las urnas con 115 diputados y 60 senadores. Este periódico, e su edición del 17 de junio de 1977, un día como hoy, publicaba en portada los resultados definitivos y daba a conocer con fotografías los primeros diputados y senadores jiennenses constituyentes. Diputados, no había ninguna diputada.
En esas horas, a lo largo del año y en los sucesivos, los analistas coincidían en apuntar, generalmente, que España había votado marcando la moderación como signo distintivo de aquel primer mandato. La UCD, de centro derecha, y el PSOE de izquierda moderada. A partir de ahí se abría una brecha que compensaba a izquierda y derecha, dejando margen de maniobra a los hegemónicos. El PCE de Santiago Carrillo —figura también clave de la Transición— era la tercera fuerza política con 20 diputados y 8 senadores. En el otro extremo, La Alianza popular de Manuel Fraga sólo consiguió 15 diputados. Por allí estaban también los nacionalistas vascos y catalanes, que con el tiempo fueron pegamento rentables para sus intereses pactando la gobernabilidad de España con los dos grandes partidos cuando las urnas no les daban la mayoría absoluta. Para entonces la derecha española ya se había refundado en el PP.
Han pasado 44 años y —salvaguardando distancias y los escenarios político y social, aunque tiene puntos en común— a 48 horas de las elecciones andaluzas y con las generales a la vuelta de un año, no más tarde del 23 de diciembre de 2023, las encuestas, especialmente la del CIS, ofrece datos cuyo signo es el voto moderado, o hacia los moderados. Augura amplia victoria al candidato del PP andaluz, Juanma Moreno, seguido del PSOE de Juan Espadas. Si la traslación es nacional, PSOE y PP, con Pedro Sanchez y Alberto Nuñez Feijóo, dirimirán la victoria.
Así son los grandes ciclos: de ida y vuelta. La Transición sin ruptura y asentada en los grandes consensos de Estado requirió un gran manejo de la política. Cuatro décadas después, tras la ruptura del bipartidismo con la irrupción de una nueva izquierda, Podemos, y un singlular centro-derecha, Ciudadanos, la política se ha atomizado, encorsetado y, sobre todo, polarizado: todo por conquistar los gobiernos. Baste otro ejemplo. El gran pacto con los agentes sociales para la nueva reforma laboral fue refrendado en el Congreso gracias a un error de un diputado del PP. Y la nueva política ha durado lo que sus hiperliderazgos, casi un suspiro. La nota distintiva es el populismo de ultraderecha, que encarna Vox. La segunda es el derrumbe de la izquierda a la izquierda del PSOE y del centro-liberal —otra denominación— de Ciudadanos. Parece que la partida vuelve a la casilla de salida, pero sin los adjetivos mayúsculos que aquilataron partidos, dirigentes y agentes sociales aquellos años de consolidación democrática, por mucho que se abanderen abanderen ahora mensajes de regeneración, cuando no de ruptura.
Así que moderación. El más que probable ganador el 19-J, Juanma Moreno, hace gala de esa vitola. Incluso el socialista Juan Espadas con sus formas. Incluso el discurso nítido de izquierdas de las candidatas de Por Andalucía; Inmaculada Nieto, y de Adelante Andalucía, Teresa Rodríquez, faena sin estridencias plagado de apelaciones a lo público y con tientes republicanos. Sólo Vox, con su candidata Macarena Olona, las pone en campaña. Ni Fraga decía lo que ellos dicen. Habría que buscar mensajes tan radicales en aquella Fuerza Nueva de Blas Piñar, que llegó la Congreso y luego desapareció. Alianza Popular y después el PP catalizaron todos los votos del caladero de la derecha y más allá, cegando aquella vía de agua en el sistema. Hoy ha perdido esa capacidad.
La mayoría, no obstante, busca la tan valorada moderación. Los datos de las encuestas lo corroboran, no sólo en la intención de voto, sino también en la apreciación y valoración de la realidad social y económica de la comunidad. Sólo procentajes mínimos se van hacia los extremos, en positivo o en negativo. Y todos apelan al cambio, con distinto adjetivos y pareceres. El cambio, aquel genuino, que dio la victoria en el 82 a Felipe González. Desde entonces, el eslogan con otras siglas parece impostado.
Recordemos el nombre de los primeros constituyentes jiennenses. El PSOE llevó hasta el Congreso a cuatro de sus candidatos: Alfonso Fernández Torres; Julián Jiménez Serrano; Juan Díaz Torres y Felipe Pedregosa Garrido. Por su dimensión política, emerge de la lista el histórico dirigente del PSOE Alfonso Fernández Torres, abogado de Torreperogil, perseguido por el régimen y padrino político de Felipe González y Alfonso Guerra, entre otros después relevantes. Por la UCD fueron elegidos José Antonio de Simón Calvo, Emilio Muñoz Ibáñez y José Ramos Manzano. En el Senado se sentaron los socialistas Juan José Contreras Guardia, Pedro Luis Martínez Martínez y Juan Zarrías Jareño. Por la UCD, Pedro Manuel Damas Rico.
Sobre los debates electorales, escasos por no decir inexistentes en los albores de la restauración, precisamente se debate mucho y enconadamente. Son pocos y entran con calzador. Siguen siendo asignatura pendiente, cuando debieran ser lo natural en campaña, con los medios y sin ellos, porque no hay que olvidar a colectivos sociales y profesionales, que suelen organizarlos con rango menor y candidatos locales o provinciales. Son “rara avis”. Dos han protagonizado los presidencaibles andaluces, uno en la RTVE y otros en RTVA, la cadena autómica. Poco se ha dilucidado en ello, que la campaña es cómoda para Juanma Moreno, quien debatió con Juan Espadas (PSOE), Juan Marrín (Ciudadanos), Macarena Olona (Vox), Inmaculada Nieto (Por Andalucía) y Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía). Tres y tres; algo sí ha cambiado.
¿Quiénes son los cabezas de lista por Jaén? Enrique Moreno (Ciudadanos), Ángeles Férriz (PSOE-A), Juan Bravo (PP-A), Inma Manzano (Adelante Andalucía) y Carmen Barranco (Por Andalucía). Sus partidos son los que tienen representación Parlamentaria. ¿Cómo miran la campaña? Desde el PP, optimismas porque la encuesta del CIS, su barómetro autonómico, les da como ganador en todas las provincias, con porcentajes que superan el 30%. En la proyección de escaños, la tendencia se invertiría en Jaén: 5 a 3 para el PP —ahora es al revés—; 1-2 para Vox; 1 para Por Andalucía y 0-1 para Jaén Merece Más, el partido de nuevo cuño surgido de las plataformas del activismo social. Los candidatos debatieron en Diario JAÉN moderados por Juan Espejo, director, y Manuela Rosa, adjunta a la Dirección. Fueron recibidos por el presidente de Diario JAÉN, S. A., Eleuterio Muñoz. No ha sido el único debate; las minoría cuentan, y este periódico citó a los candidatos que no tiene representación parlamentaria. Acudieron a exponer sus propuestas e ideas Esperanza Rico (Recortes Cero), Ángel Luis Robles (Falange Española de las Jons); Inmaculada Molero (Coalición Republicana Socialista por Andalucía); José Alberto González (Nación Andaluza); Juan Ángel Iglesia ( Por un Mundo Mejor); Juan Manuel Fernández (PCPA, en ausencia de su candidato Juan Antonio Pérez, que trabajaba en la campaña agrícola francesa esos días); Vicente de los Ríos (Andaluces levantaos) y Antonio Sánchez-Cañete (Jaén Merece Más).