De Japón a Jaén, una unión de culturas a través del agua

Un programa nipón elige la ciudad como protagonista de un nuevo proyecto

12 feb 2019 / 12:05 H.

Tierra, clima y época. Estos son los pilares sobre los que se asienta el jardín japonés que, en tan solo 6 días, realizó el equipo de Toshio Sakamoto en los terrenos del Complejo Hospitalario de Jaén. En él, cobra una gran relevancia una pequeña fuente, donde brota agua clara y deja, tras de sí, un sonido que se entremezcla con las hojas de los árboles mecidas por el viento. Sakamoto describe este elemento como un “regalo de Dios” y con él busca una “purificación” que se extienda de Jaén al resto del mundo.

Su llegada a la capital jiennense no fue fortuita. Toshio Sakamoto es el jefe de un equipo de jardineros que, actualmente, trabaja en la grabación de un nuevo programa para el canal japonés TBS. Bajo el nombre de “Made in Japan”, estos hombres viajan por el mundo parando en ciertas ciudades para dejar un trocito de su país en cada una de ellas. En este caso, afirman que en España solo pararán en Jaén y que su elección fue por una “conexión divina”. En el programa, cada episodio tendrá tres horas de duración y mostrará tres ciudades diferentes. Y, como se estrenará en abril, aún hay tiempo de aprender algo de japonés para, llegado el momento, entender las palabras del maestro de la jardinería.

El equipo de “Made in Japan” llegó a la capital hace apenas seis días, y desde entonces, no pararon de trabajar mano a mano con los operarios de Mancha Real Obras y personal del Complejo Hospitalario para construir un espacio perfecto para la relajación. Sakamoto se basó para crearlo en el concepto de la siesta y en la unión del hombre con la naturaleza. Y el resultado fue exquisito. Además, dejaron, bajo unos metros de tierra, un pequeño detalle con mucho sentimiento. Una cápsula del tiempo que no volverá a ser abierta hasta dentro de 500 años y, en ella, no solo incluyeron una foto de todo el equipo que trabajó en el jardín, sino que Diario JAÉN también tendrá el honor de viajar a ese futuro con un ejemplar del periódico publicado ayer. Las buenas relaciones que se crearon gracias a este ilusionante proyecto fueron casi palpables en el momento de la presentación del espacio, pues con todo el trabajo por fin terminado, tanto los obreros españoles como los nipones pudieron relajarse y dieron muestra de la gran conexión que se creó entre ellos en tan poco tiempo. Ciertamente, las conversaciones entre ambos bandos no destacaron por su fluidez, pero hubo dos palabras que les hacían entenderse casi a la perfección en cualquier tema: Tatami y cerveza. Entre las opiniones de los trabajadores de la constructora jiennense destacó el poder conocer una forma diferente de hacer las cosas y, por supuesto, los buenos momentos vividos, llenos de risas y buenos recuerdos para todos.