“Cuidado en Red”, un compromiso para cuidar de quienes nos cuidan
Clece presenta una atención psicológica a auxiliares y familias de Ayuda a Domicilio































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Cuidar a los que nos cuidan. Es la máxima que se ha instalado en el nuevo proyecto de Atende, filial de servicios sociales de Clece, denominado “Cuidado en Red”, y que fue presentado en el Auditorio del Edificio 1,2,3 Emprende, en la capital jiennense. Se trata de un servicio pionero de apoyo psicoemocional a la trabajadora o trabajador de Ayuda a Domicilio y familiares para contribuir a su equilibrio mental y emocional a través de un número de teléfono gratuito, privado y confidencial. Este teléfono está atendido por un equipo de 500 psicólogos y trabajadores sociales las 24 horas al día, durante todo el año. Esto es posible gracias a la colaboración de Atende con entidades públicas del tercer sector y el apoyo de las Administraciones Públicas, en este caso, de la Diputación Provincial de Jaén.
En un acto organizado por Diario JAÉN, y presentado por su director, Juan Espejo, se abrió una mesa redonda para explicar en detalle el proyecto “Cuidado en red” y analizar su funcionamiento, en la que participaron Cristóbal Valderas Alvarado, presidente de Clece; Francisco Reyes Martínez, presidente de la Diputación de Jaén; Silvia Montoro Ponsoda, coordinadora del proyecto; Joan Piñol Forcadell, director del Programa de Atención Psicológica de “Cuidado en Red” y Marisol Gutiérrez Liébana, auxiliar del servicio de Ayuda a Domicilio de la Diputación de Jaén desde hace más de 7 años.
La presentación, a la que acudieron numerosas autoridades, así como una representación de los trabajadores de Clece en la provincia, sirvió para ahondar en un servicio dedicado por y para el beneficio de los mismos. De hecho, a nivel nacional son más de 84.000 los empleados, y “Cuidado en Red” atenderá a todos ellos, sin excepción. El centro de su servicio, no obstante, está enfocado a ayudar a las auxiliares de Ayuda a Domicilio a lidiar con el estrés emocional que supone cuidar a personas dependientes. La empatía es parte del día a día en su trabajo, además de cargar con su propia mochila personal. “Cuidado en Red” implica, tanto para ellas como para sus familias, una atención garantizada, gratuita y anónima.
“La pandemia nos demostró que es fundamental tener servicios públicos de calidad”

El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, hizo hincapié en sus intervenciones en el esfuerzo realizado por la Diputación de Jaén para prestar el servicio de Ayuda a Domicilio en municipios de menos de 20.000 habitantes, de la mano de Clece. Un servicio del que se siente “especialmente orgulloso”, ya que “permite atender al que lo necesita en un momento concreto de su vida”. Además, explicó, tiene “unos valores añadidos, y es que las políticas sociales crean empleo, especialmente empleo femenino, y concretamente en los pequeños y medianos municipios”. Un servicio “necesario para mantener a la población en el territorio, que las personas sean atendidas y que la familia de los atendidos tenga su tranquilidad”. Así, incidió en los 110 millones de euros dedicados a políticas de Servicios Sociales por parte de la Diputación Provincial, lo que demuestra de facto su compromiso.
Reyes, haciendo un inciso, agradeció “el sectarismo” que el presidente de Clece, el jiennense Cristóbal Valderas, “tiene con Jaén y con su tierra”, para posteriormente asegurar: “Hubo un antes y un después de la pandemia”. “No estábamos preparados, no nos imaginábamos una pandemia”, y lo que hay que valorar “es lo que demostró y nos enseñó”. “Demostró que lo mejor que tiene este planeta es su ciudadanía, la capacidad que tenemos de reponernos, nuestra solidaridad, la profesionalidad”, explicaba, pero sobre todo, según Reyes, demostró: “Es fundamental tener servicios públicos de calidad”. Así, habló de una Ley de Dependencia que “es más que necesaria”. Además, respecto a la huelga convocada en Madrid por las auxiliares de Ayuda a Domicilio, opinó: “Probablemente no sea la última como no se le pague en condiciones a las trabajadoras”.
En relación a la salud emocional de los jiennenses, Reyes explicó: “Han sido tratados históricamente mal”. “Veníamos de un punto de partida que no tenía nada que ver con otros territorios”, teniendo que “apretar más, que exigir más”. Aun así, indicó que actualmente “está cambiando en varios aspectos”. “En primer lugar el no resignarnos”, a “reivindicar con motivos, y a no ser dependientes, sabiendo que muchos de nuestros problemas tenemos capacidad de resolverlos nosotros mismos”, explicó. “Es importante que todos y todas trabajemos en la misma dirección”, con lo que “se demuestra que Jaén es una tierra de oportunidades, que cuando nos las ofrecen las aprovechamos, y hay empresas en todos los ámbitos de referencia a nivel nacional, que están ubicadas en Jaén”, expresó el presidente de la Diputación Provincial. Finalmente, Reyes tildó de “un acierto” el “ayudar a los que ayudan, y también a los que apoyan a los que ayudan”, en referencia a sus familiares.
“Cada domicilio tiene su historia, y terminamos llevándola a casa”

Marisol Gutiérrez Liébana, quien es auxiliar del servicio de Ayuda a Domicilio desde hace 7 años, y que actualmente ejerce en Torredonjimeno, explicó que “ha sido un gran acierto”, incidiendo en que “las auxiliares somos trabajadoras muy empáticas con las personas a las que cuidamos, y tenemos mucha carga emocional”. “Cada domicilio tiene su historia —sobre todo en el caso de las personas con dependencia, que se suelen sentir muy solas—, y después la que cada auxiliar tiene en su casa, y termina haciendo los problemas del cliente como suyos”, indicaba ahondando en que es una mochila que llevamos y que poco a poco se va llenando, y es un alivio poder tener un servicio 365 días y 24 horas, con el que poder gestionar nuestras emociones”. “Hay algunas compañeras que salimos del domicilio y desconectamos, pero hay otras muchas que salen y no saben muy bien cómo gestionar esa carga emocional que estamos viviendo en el día a día”, reflexionaba la profesional.
El servicio que prestan las auxiliares de Ayuda a Domicilio, explicaba Gutiérrez, “es esencial”, por lo que recalcó la importancia de reivindicar “mayor financiación, un salario digno”. “La empresa tiene a sus trabajadoras, pero la cara visible, las que nos vemos día a día con esas personas mayores y tan vulnerables somos nosotras”, explicaba. Así, pidió la equiparación de las retribuciones de otras comunidades autónomas.
Por último, no dudó en aclarar para todo aquel que ande desencaminado: “No somos limpiadoras, somos cuidadoras”, que hacen una labor “en la que hemos visto de todo”. “Una labor que no debe desaparecer”, concluyó agradeciendo “que nos cuiden para nosotros poder cuidar a los demás”.
“Si este proyecto no existiese, tendríamos que ir a la Seguridad Social y esperar 4 o 5 meses”

El director del Programa de Atención Psicológica de “Cuidado en Red”, Joan Piñol, incidió en que “a nivel profesional, hay colectivos que se encuentran con situaciones de mayor dificultad a nivel emocional”, explicaba, indicando que el cuidado de mayores es una de ellas. El objetivo primero “era dar una ayuda de forma totalmente anónima”. “Es un servicio de atención telefónica 24 horas al día, 365 días al año, por que lo que se buscaba era dar esta accesibilidad”, indicaba, así como “que no se le juzgase, sin que haya ninguna trazabilidad”.
Profundizando el ámbito del servicio, Piñol explicó que “va un más allá”, ya que se amplía también a las familias de los trabajadores. “No olvidemos que tenemos una mochila, una carga emocional en nuestro entorno, y más en el colectivo de auxiliares, donde hay una gran parte de familias monoparentales, con la carga que ello conlleva”, ahondó. Así el director del Programa de Atención Psicológica resumió el objetivo principal de “estar cerca, de apoyarles, que sintiesen un oído profesional que les escucha”, resultando en “una gran variedad de consultas de todo tipo”, tanto desde el punto de vista profesional como el personal”.
Posteriormente, el director del Programa de Atención Psicológica de “Cuidado en Red” ahondó en la dificultad actual para acceder a un servicio psicológico, ya que “no sabe dónde acudir”. Son situaciones familiares, de estrés, la “generación sandwich, en la que tenemos personas por arriba, y por abajo, a las que tenemos que cuidar”. “Si este proyecto no estuviese, tendríamos que ir a la Seguridad Social y tendría 4 o 5 meses para que te atienda un psicólogo, media hora, y luego ya veremos”. En “Cuidado en red” esto no pasa, aseveraba Piñol: “Es inmediato y vamos a cuidar de nuestra gente y del entorno”.
Además, señaló que “el 100% de las personas vamos a pasar por una situación de dificultad emocional en nuestra vida”, recordando que “hay una que de por sí ya la tendremos, que es la pérdida de un ser querido”. “Pero las personas que tenemos aquí delante”, refiriéndose a las auxiliares de Ayuda a Domicilio, “tienen un doble parámetro, que muera la persona a la que cuida”, lo que causa “un doble impacto”. “Las llamadas”, explicaba también, “son situaciones duras”, por lo que instaba a la Administración pública a que “ponga en valor” esta labor de atención psicológica, “porque en muchas ocasiones luego no se traslada a la Seguridad Social”. “Que les escuches de forma profesional, instantánea, anónima y sin juzgarlo, está dando, la verdad, muy buenos resultados”, concluía el director del Programa de Atención Psicológica.
“Las auxiliares merecen todo tipo de bonificaciones, ya sea laboral, salarial o emocional”

El presidente de Clece, Cristóbal Valderas, explicó que “Cuidado en Red” nace a partir de la fundación de la asociación sin ánimo de lucro Corazón y Manos, creada específicamente para la acción social. “Es una ONG dentro de una empresa”, que da servicio a 84.000 personas, ayudando a más de 9.000 en 8 años. “Con nuestros medios, nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestro espíritu y nuestra vocación”, explicaba el presidente de Clece, “siempre hemos sido sensibles a ayudar a nuestros trabajadores, los queremos cuidar de verdad”. Es un colectivo “que merece todo tipo de bonificación laboral, salarial, y emocional”, y para el que, “como siempre, nos vamos a Jaén”.
Ahondando en el compromiso de Clece con los servicios sociales, en la mesa se recordó cómo, durante la pandemia, compraron una máquina para fabricar mascarillas que instalaron en Alcalá la Real, con la que llegaron a regalar, gratuitamente, tanto para trabajadores y usuarios como para todo aquel que las pidiera, hasta 20,6 millones de mascarillas.
Posteriormente, en alusión a la huelga de Ayuda a Domicilio en Madrid y a las diferencias salariales entre comunidades, indicó que desde Clece “es apoyada de manera fehaciente”. Un asunto en el que “se juntan varias cosas, “la dignificación laboral y salarial y luego la gestión de determinadas entidades públicas de abusar de la situación y las leyes para enriquecerse injustamente”. Ahondando en el incremento de costes de la pandemia, la subida del IPC y el incremento del número de usuarios, criticó “una ley perversa en este país”, que es la Ley de Desindexación, “que no te permite repercutir los sobrecostes que sobrevienen tras un proceso público, y que no se tuvieron en cuenta a la hora de hacer la oferta”. “Del 2020 hasta ahora, los costes se han multiplicado de una manera brutal”, por lo que en la huelga, lo que se pide, es “que se actualice el pliego”. A nosotros sí nos importa, porque nuestras 13.000 personas atienden a 90.000 personas mayores y dependientes”. Estamos creando una Ley de Dependencia que no estamos siendo capaces de dotarla financieramente”, incidió Cristóbal Valderas, “con una lista de espera de 300.000 personas”. Es algo que, según valderas, “no puede ser así”. Ante esta situación, Valderas propone “un pacto de Estado, lo que se traduce en un acuerdo de principios incuestionables que garanticen a largo plazo un firme compromiso con las personas mayores y dependientes y que esté al margen de las políticas de partidos y administraciones”. “Saquemos la Ley de Dependencia de los avatares políticos y financiémosla”, reclamó Valderas. Si se cambiase, “serían los Reyes Magos deseados por toda España”. Puso como ejemplo el caso de Reino Unido, donde “tratan mucho mejor a las empresas”, mientras que “aquí nos tratan cada día peor”, concluyó.
“Las auxiliares pasan por algunas situaciones que les dejan huella”

La coordinadora del proyecto “Cuidado en Red”, Silvia Montoro, explicó que el “feedback” que llega por parte de los trabajadores “es brutal, porque al final es una necesidad real”. “Lo que nos demuestran es un agradecimiento máximo”, indicó, ahondando en que “incluso las familias pueden utilizarlo”. “Es maravilloso poder ayudar”, opinaba, confesando “tener la suerte de haber comenzado como coordinadora de Ayuda a Domicilio”, por lo que “es un privilegio” volver a sus raíces “hablando el mismo idioma, conociendo las situaciones que se producen, las necesidades que pasan y lo útil que les puede llegar a ser”.
Asimismo, Silvia Montoro definió a las trabajadoras de Ayuda a Domicilio “como personas muy implicadas en su trabajo, que es totalmente vocacional”. Es un trabajo “donde te tienes que poner una máscara”, ya que “el usuario no se merece que yo vaya con mala cara, demostrando que estoy mal, no se lo merece”, indicaba. “No solo en un domicilio”, señaló, sino “en varios durante el día, “por lo que van llenando esa mochila con todos los problemas y circunstancias de cada usuario”. “Al final del día cargas con lo que tienes en tu casa más lo que tienes en el trabajo”, incidía Montoro. “No es lo mismo trabajar en una residencia o en un centro de día, donde te puedes apoyar en un compañero; ellas van solas de casa en casa”, explicaba la coordinadora del proyecto.
“Otro hándicap es la gestión del duelo”, añadía, ya que en toda una carrera profesional “cuántas personas usuarias ya no están”. “Son situaciones que dejan huella”, por lo que “por mucho que se intente poner una barrera, es muy complicado, cuando esa persona falte se nos queda un vacío”. Un vínculo que “cuidado en Red” ayuda, diariamente, a gestionar.