Cuenta atrás para la nueva junta que dirigirá el Colegio de Abogados

Dicen que tres son multitud, pero en el mundo de los letrados parece crear un equilibro más que envidiable. Las tres candidaturas para la nueva junta directiva del Colegio de Abogados de Jaén conviven en armonía cuando apenas ha comenzado la campaña electoral. Será después de finalizar la Feria de San Lucas cuando los equipos de Javier Pulido, José María Ortega y Ana María Alba “se pongan las pilas” para dar a conocer sus programas.

Por ahora, hay un principio que mantiene a todos en la misma línea, y es la importancia del colegiado, una idea que favorece la convivencia entre los candidatos. De hecho, los tres son muy apreciados en el gremio y han podido sentir ese cariño durante estos días de fiestas y reencuentros. “Es esencial que haya buena armonía, por lo que hay que mantener el buen compañerismo siempre”, defiende Ana María Alba. Su candidatura es la más “diferente”, pues su equipo no tiene la experiencia que acumulan los otros candidatos. Sin embargo, destaca que “la experiencia es empezar”. “Hay cuatro años para aprender y demostrar de lo que somos capaces; si en ese tiempo no se hace nada o no se hace bien, los colegiados tienen derecho a decirlo”, declara Alba. Es consciente de que en el Colegio se está viviendo un momento histórico, pues nunca se habían presentado tres candidaturas, por lo que se baraja la posibilidad de que, tras las votaciones, haya “mezcla”, aunque confían en que el compañerismo favorezca el funcionamiento del Colegio de Abogados.

Javier Pulido subraya también la “relación magnífica con los compañeros” y cómo lanza su candidatura “con ilusión”. Con ocho años de experiencia como tesorero del Colegio, es uno de los más conocidos y que, además de la defensa del colegiado, insiste en hacer extensible su programa a toda la provincia. “Que sea un Colegio abierto a todos de cualquier punto de la provincia jiennense”, apunta el abogado.

José María Ortega, actual secretario de la institución, también está satisfecho con la “relación respetuosa” de los candidatos, “sin ninguna lucha, muy cordiales”. Por ello, una de sus preocupaciones es la creación de quinielas. “Si no se crea un grupo homogéneo con un proyecto único, es posible que el Colegio se quede parado por desavenencias dentro del grupo”, afirma Ortega, y añade la importancia de que, en el momento de ir a las urnas, el colegiado debe “pensar en lo mejor” para la institución, “más allá de los nombres propios o si le cae mejor o peor, es importante creer en un Colegio mejor”.