Cristina de Borbón se enamora de la Catedral de Vandelvira

Cristina de Borbón, su hijo Pablo Urdangarín y la pareja de este, Johanna Zott, aprovecharon la fase final de la Copa del Rey de balonmano, que hoy enfrenta en la final al Barça y al Bathco Torrelavega, para conocer un poco más de Jaén y de su riqueza patrimonial. El segundo de los Urdangarín de Borbón milita en el Fraikin BM Granollers, que fue eliminado el viernes en el Olivo Arena. Allí se pudo ver a la infanta Cristina como una aficionada más y, además, entregó el premio al mejor jugador del partido, que fue para Xoan Lledó.

Una vez pasado el disgusto de la derrota, la familia dedicó la jornada del sábado a hacer turismo. Con primera parada en los Baños Árabes, en pleno barrio de La Magdalena, Cristina de Borbón, su hijo Pablo y Johanna, se dirigieron a la Catedral, donde fueron recibidos por el obispo de la Diócesis de Jaén, Sebastián Chico Martínez; el deán del templo catedralicio, Francisco Juan Martínez Rojas, y la vicepresidenta tercera y diputada provincial de Cultura y Deportes, África Colomo. Ejercieron de guías de excepción en un recorrido que los llevó por las capillas más significativas de la obra maestra de Andrés de Vandelvira, incluida la del Santo Rostro, donde rezaron una oración. Al pasar por la capilla de la Buena Muerte, la familia saludó al vicehermano y a la hermana mayor de la cofradía y la infanta Cristina escribió un mensaje en el libro de firmas. La visita también incluyó subida a los balcones de la Catedral. Para cerrar la mañana sabatina, qué mejor que comida tradicional jiennense. Comieron en el restaurante La Espadaña, situado en la calle Maestra.