Crisantemos en la eternidad

Los jiennenses se acercan hasta los cementerios para rendir tributo a sus seres queridos en un día especial

01 nov 2021 / 10:37 H.
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La tradición de llevar crisantemos a los cementerios en estas fechas se remonta a hace más de cien siglos. En principio, se dice que se hacía para enmascarar el mal olor de los difuntos, ahora en señal de recuerdo y amor por quienes ya no están, pero que dejan un crisantemo eterno en el corazón de quienes los recuerdan. El bullicio vuelve a los camposantos. Como es normal, la recta final de octubre y los primeros días de noviembre son fechas en los que los cementerios de toda la provincia se llenan de personas en busca de pasar un tiempo con sus seres queridos, con aquellos que ya no están pero que llevan en el corazón y en su recuerdo cada día que pasa. Y eso no cambió en esta jornada a pesar de que el cielo en la capital, y en prácticamente toda Jaén, se despertó encapotado y con amenazas de lluvia que, en buena parte, fueron pequeños momentos que deslucían un día solemne y tan especial por muchos motivos. Por ejemplo, para Emilia este es un día para recordar. Desde pequeña siempre iba al cementerio acompañada de su madre de la mano para visitar a sus abuelos y a otros familiares que ya no estaban porque, tal y como le inculcaron, es el momento en el que también hay que darles a los que no están su lugar y visitarlos, aunque cualquier momento es correcto para ello como ella misma confiesa.

Ya sea por “tradición” o por hacer una visita a quienes ya no están, lo cierto es que todas las respuestas son parecidas y las imágenes se repiten entre las calles del cementerio y en cada nicho. Escaleras en las que familiares y operarios limpian, colocan flores y embellecen las urnas mientras el resto de familiares reza, habla con sus seres queridos o, también porque está permitido más que nunca, alguna lágrima se derrama de emoción.

Crisantemos en la eternidad

Sin embargo, también son muchos los que reconocen que estos días, a pesar de ser especiales no son los únicos que sirven para recordar a familiares que están en el cementerio. Como bien dice el dicho, la procesión va por dentro y la mayoría reconoce que aunque siempre acudan a su cita a finales de octubre o comienzos de noviembre, lo importante es llevar siempre en el corazón a sus familiares. Hay quien incluso dice que todos los días hablan con ellos aunque no se acerquen hasta el cementerio, pero que, evidentemente, en esta fecha es obligado acudir porque también es necesario cuidar los nichos y adecentarlos para que estén lo más cuidados posibles.

Además, como en otras ocasiones, no fue difícil encontrar personas que no solo adecentaban as tumbas de sus seres queridos, puesto que, muchas personas también son conscientes de que aquellos nichos que están más descuidados es con motivo de que no siempre todos tienen tiempo de acudir fieles a la cita y cuidar las tumbas, razón por la que preparan diferentes ramos de flores para que nadie se quede sin el suyo en un día tan importante.

Así de fieles son algunos a estos días que quieren aportar su granito de arena de esta forma, sin importar si los conocen o no. “Lo cierto es que siempre traigo más de un ramo porque me parece una fecha especial y sé que algunos nichos están más descuidados y me da pena que se queden así tras estos días. No cuesta nada adecentar algunos más porque estos momentos son para ellos”, explica Emilia.

Crisantemos en la eternidad

Sea como fuere, esta fue una jornada larga y especial en la que, a pesar del viento y las pequeñas lluvias, los jiennenses no repararon en problemas y tuvieron claro que era día de acudir a los camposantos para acompañar a sus seres queridos, a los que ya no están con ellos en cuerpo presente, pero que en el alma y el corazón están cada minuto del día. Así, era fácil ver a muchas personas visiblemente emocionadas y exaltadas por las fechas tan especiales en las que estamos, pero, una emoción de la que se sienten orgullosos porque no es más que el gran y amplio recuerdo que se tiene por los que ya no están pero que forman una parte vital en la vida.

Jaén