Construir el futuro del olivar

Los arquitectos quieren ayudar a “construir” el futuro del olivar. Aportan profesionalidad, conocimientos e imaginación para relanzar el sector y abrirlo a nuevas posibilidades de negocio basadas en el oleoturismo. Ampliar miras y perspectivas para aumentar, al mismo tiempo, la cuenta de resultados. Esa es la filosofía que ha presidido la primera edición del Congreso de Patrimonio Arquitectónico de Jaén, organizado por el Colegio Oficial, con la colaboración de la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y la Caja Rural de Jaén. Durante cuatro días, expertos llegados de diferentes puntos del mundo han analizado la arquitectura generada en torno al olivar y a la producción del aceite. “El balance es más que positivo”, analizó el decano de la institución, Pedro Esteban Cámara, durante la clausura del Congreso. Un acto que contó con la participación del consejero de Fomento, Felipe López; del presidente de la Diputación; Francisco Reyes; del presidente de la Caja Rural de Jaén, José Luis García-Lomas; el presidente de los arquitectos andaluces, Luis Cano Rodríguez, y Pablo Carazo, responsable del comité organizador.

Todos coincidieron en la importancia que tiene la arquitectura como “símbolo del paisaje olivarero” y el potencial de cortijos, caseríos, haciendas y almazaras como reclamo para visitantes. “Lo que nosotros los arquitectos queremos aportar es un plus, para que los empresarios oleícolas puedan afrontar el futuro desde una perspectiva mucho más moderna e innovadora”, aseguró el decano del Colegio de Jaén.

El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, destacó que la arquitectura del olivar representa una oportunidad de negocio, de desarrollo turístico y de generación de empleo para Jaén. “Un territorio que está siendo redescubierto positivamente desde fuera por su inmenso paisaje, por su conjunto de ciudades cargadas de historia y cultura o por su capacidad de elaborar un producto de gran calidad”, señaló. Durante su intervención, hizo hincapié en que la arquitectura del mundo rural es “una oportunidad ligada a la difusión de un territorio y constituye la cristalización del esfuerzo de muchas generaciones”. Y agregó: “Este patrimonio es un legado más de la cultura del olivar que debemos saber conservar y aprovechar en todo su valor”. López explicó que la Consejería de Fomento y Vivienda se ha volcado en las últimas décadas en el análisis y el inventario de la arquitectura civil andaluza, especialmente aquella relacionada con la producción agraria y la vida rural, unos estudios que “aportan un conocimiento sistemático de un patrimonio injustamente desdeñado y rara vez protegido”. “Por ello, podemos decir que es un patrimonio que acaba en peligro de extinción ya que muchos de estos edificios, al perder su función principal, se ven expuestos a graves alteraciones”, concluyó.

El presidente de la Diputación de Jaén puso el acento en la importancia que tienen estos edificios en la carrera emprendida de cara a la declaración del olivar como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. “La candidatura va a buen ritmo y ya ha sido incluida en la lista indicativa de Patrimonio Mundial, lo que supone un respaldo fundamental para esta iniciativa”, aclaró.

Y el máximo responsable de la Caja Rural de Jaén, José Luis García-Lomas, aplaudió las iniciativas que fomenten el oleoturismo porque suponen impulsar el desarrollo de la provincia: “Nuestra entidad siempre apoyará estos proyectos”, remarcó.

El Congreso ha tratado de mostrar a los ponentes lo que se ha hecho en otras zonas españolas como la Rioja Alavesa o la Ribera del Duero, que se han convertido en referentes del turismo ligado a la cultura del vino y en la que los empresarios han apostado fuerte por este sector. También se ha enseñado las nuevas almazaras que se están diseñando y que hacen hincapié en este concepto. “Estamos enseñando el camino para ver si somos capaces de romper la inercia del sector oleícola”, concluyó Pedro Esteban Cámara, el decano de Jaén.