Conexión espacio y olivar en Jaén
La World Space Week reúne a expertos en empresa privada, la Universidad e instituciones para debatir el impacto de la tecnología espacial en el sector oleícola

World Space Week 2024. Jaén tuvo su particular hueco en un acontecimiento importante que reunió, de forma telemática, a expertos en el espacio, en el olivar y en el cambio climático. Fue en forma de debate que, gracias a la tecnología, hizo que se sentaran en torno a una mesa camilla digital representantes de la empresa privada, la Universidad e importantes instituciones. Rocío Caparrós del Moral, jiennense de nacimiento y actual directora de Relaciones Institucionales de Airbus en Andalucía, ejerció de anfitriona en un acto en el que los invitados aportaron su visión acerca de una materia que preocupa, y mucho, en una provincia con cerca de sesenta y siete millones de olivos.
El tema central fue la tecnología espacial y su impacto en un sector estratégico para la provincia y Andalucía, por lo que, durante el desarrollo de la mesa redonda, salieron a relucir términos como el cambio climático, la concienciación social, la inversión en ciencia, el desarrollo tecnológico, la transferencia de tecnología, la generación de talento, la inteligencia artificial o el impacto social.
“El espacio es transversal, eso es lo que quiere pasar como mensaje la Semana Mundial del espacio. Como explicó hace unos días Juan Carlos Cortés, director de la Agencia Espacial Española, cada ciudadano en su día a día hace uso de alrededor de 100 satélites al día. El espacio está en nuestras vidas, y en esta ocasión hemos querido poner de relieve la conexión de la tecnología espacial con un sector estratégico para Jaén: el olivar. Y el resultado sorprende”, señala Rocío Caparrós.
Fue en 1999 cuando se declaró, los días comprendidos entre el 4 y el 10 de octubre, como la Semana Mundial del Espacio. El objetivo no es otro que celebrar, en el ámbito internacional, las contribuciones de la ciencia y la tecnología espaciales a la mejora de la condición humana, además de forjar la fuerza laboral del mañana inspirando a los estudiantes, mostrar el explícito apoyo de la opinión pública al programa espacial, sensibilizar al público sobre las actividades al respecto y fomentar la cooperación en la divulgación y la educación sobre esta temática en concreto. En 2024 es el cambio climático lo que mueve todas las actividades organizadas en este marco, que destaca la repercusión transformadora de la tecnología espacial en la lucha contra el cambio climático con un papel proactivo en la mejora de la gestión del clima y de la tierra. Pasen y vean el plantel de expertos que, en Jaén, aportaron soluciones.
“La inversión en ciencia e innovación es la base para afianzar el desarrollo”

“La Semana Mundial del Espacio consigue entusiasmar a la sociedad y despertar la conciencia institucional y política sobre la necesidad de invertir en innovación y ciencia para desarrollar tecnologías que hagan nuestro día a día más llevadero y nos acerquen de forma progresiva al espacio”. Rocío Caparrós del Moral, la coordinadora de la mesa redonda telemática celebrada en el marco de la Semana Mundial del Espacio, considera fundamental que los medios de comunicación se presten a informar sobre una temática que es fundamental en el día a día de los ciudadanos.
La directora de Relaciones Institucionales de Airbus en Andalucía, subraya: “Creo que algún día la sección de Economía estará íntegramente dedicada al espacio, la economía espacial en el planeta Tierra es un tema de actualidad, Italia ya lo ha entendido. En este sentido, me parece importantísimo que Diario JAÉN haya tenido la visión de trabajar en este trabajo especial”.
Es la primera vez que se celebra esta efeméride en la provincia, un acontecimiento que ayuda a la promoción del conocimiento del espacio y, tal y como destaca Rocío Caparrós, “la divulgación sobre su transversalidad”. Apostilla: “La idea es motivar a las niñas y jóvenes a estudiar carreras científicas, cosa que yo no hice y me arrepentiré siempre, es lo que más me satisface y me hace crecer como persona y profesional. Estar entre las 100 mujeres ‘espaciales’, en el ámbito internacional, en el programa de Naciones Unidas ‘Space4Women’ te cambia la vida, asumes un compromiso con el futuro que marca y condiciona tu hoja de ruta”. Su intención, al igual que hace con otras universidades, colegios o centros de investigación nacionales o internacionales, es colaborar con la Universidad de Jaén, porque considera la conexión entre el mundo académico, la empresa y las instituciones clave para poder avanzar. “El espacio da cancha a colaborar en áreas disruptivas, inéditas, que dan margen a la creatividad, eso es fundamental para la Universidad”, resalta.
“La Inteligencia Artificial ayuda a conseguir un espacio más verde”

Pertenece al grupo de investigación Sistemas Inteligentes de Acceso a la Información (SINAI) de la Universidad de Jaén, referente en Procesamiento del Lenguaje Natural e Inteligencia Artificial (IA) generativa, un equipo que trabaja, actualmente, en el desarrollo de modelos del lenguaje en español. Colaboran, incluso, con la familia ALIA, dentro de la Estrategia de Inteligencia Artificial del Gobierno de España, con un objetivo claro: “Generar modelos que hablen en español y tengan nuestro conocimiento del mundo”. Alfonso Ureña López, catedrático en el Campus de Las Lagunillas, fue uno de los participantes en la mesa redonda enmarcada en la “World Space Week 2024, un lugar de convivencia de ideas en el que afloraron asuntos de vital importancia para la tierra del mar de olivos.
“Hemos desarrollado sistemas de análisis de sentimientos y opiniones, que pueden aplicarse al espacio y al cambio climático. Al analizar las redes sociales y otros datos textuales, la Inteligencia Artificial puede identificar las actitudes y preocupaciones de la población sobre el cambio climático, lo que permite a los gobiernos y a las organizaciones tomar decisiones más informadas y basadas en la evidencia”. Pone un ejemplo: “Se puede crear contenido personalizado: Los chatbots y otros asistentes virtuales basados en IA pueden proporcionar información sobre el cambio climático y ofrecer consejos sobre cómo reducir la huella de carbono”. Añade: “En resumen, la inteligencia artificial y el procesamiento del lenguaje natural tienen el potencial de revolucionar la forma en que abordamos el cambio climático. Al analizar grandes cantidades de datos, desarrollar soluciones innovadoras y fomentar la colaboración y la toma de decisiones informada, estas tecnologías pueden ayudarnos a construir un futuro más sostenible”. Alfonso Ureña ha sido reconocido, recientemente, con el premio Eliza, otorgado por la Sociedad Española del Procesamiento del Lenguaje Natural (Sepln). Este galardón se otorga a aquellas personas que han demostrado un impacto excepcional en el campo del procesamiento del lenguaje natural, como él puede presumir desde hace tiempo.
“Agricultura y ganadería deben de ir de la mano de la ciencia y de la tecnología”

El cambio climático nos afecta a todos como sociedad. Es una realidad innegable, y eso en UPA lo tenemos claro. No somos una organización negacionista ni tampoco lo es el sector agrario, aunque haya quienes quieran meternos a todos en el mismo saco. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno solo ambiental, sino de profundas consecuencias económicas y sociales”. Así de contundente se expresa el secretario general de UPA en Andalucía, Cristóbal Cano, quien participó en un foro en el que dejó claro que tanto los agricultores como los ganaderos constituyen el sector productivo que más sufre las consecuencias, en primera persona, del calentamiento del Planeta: “Andalucía es una región especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático, tanto por su situación geográfica como por sus características socioeconómicas. Estamos al sur del sur de Europa y lo que ya está pasando aquí, con mucha probabilidad, pasará en unas décadas en latitudes más al norte, con lo cual somos un territorio que puede servir a las administraciones e instituciones como laboratorio para la puesta en marcha ya de medidas con vistas a reducir sus efectos”. Después de enumerar los fenómenos meteorológicos y los impactos biológicos que ya se notan en el sector, alertó de las amenazas que existen, casi ya en forma de realidades, como las pérdidas por reducción de la producción o por una menor calidad de los productos obtenidos o, incluso, la volatilidad al alza de materias primas.
“Todo esto lamentablemente lo sabemos bien en nuestra provincia, debido a las dos últimas campañas pírricas de aceite de oliva que además se han dado por primera vez desde que se tienen registros de forma consecutiva”, apunta Cristóbal Cano, quien agradece a los expertos en materia espacial los estudios realizados para reducir el impacto del cambio climático en el olivar.
“Estudiamos cómo volver más eficiente el consumo del agua en la agricultura”

El programa Copernico de la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la Comisión Europea, tiene como objetivo principal desplegar infraestructuras espaciales que, mediante la observación de la Tierra, proporcionen imágenes y servicios de valor añadido a todos los ciudadanos europeos. Uno de sus principales usos en el campo agrícola, por ejemplo, consiste en ofrecer datos de estado de los cultivos, índices de crecimiento, riesgos de sequía y muchos otros. Airbus Defence and Space, junto con la industria española, participa en todas y cada una de los satélites lanzados hasta el momento.
Es una de las principales conclusiones que se puede extraer de la intervención de Oriol Álvarez Trotta en el foro organizado en Jaén. “Recientemente la Agencia Espacial Europea ha confiado a Airbus Defence and Space España el desarrollo de la misión Copérnico LSTM (Control de la Temperatura de la Superficie Terrestre) que se lanzará a finales de esta década. Se compone de dos satélites que serán capaces de medir la temperatura de nuestro Planeta para, entre otras aplicaciones, volver más eficiente el consumo del agua que se emplea en las actividades agrícolas. Para asegurarse el éxito del proyecto, la ESA ha confiado, por primera vez en la historia de Copérnico, en la industria espacial española para liderar su desarrollo”, expuso este experto. Añadió que el propósito principal es mejorar la eficiencia del uso del agua en el campo: “Partimos de un dato importante de Naciones Unidas, que indica que el 70% del agua dulce se usa para la agricultura. Si tenemos en cuenta que, por un lado, los recursos hídricos son cada vez más escasos y, por otro, el incremento exponencial de la población a su vez conlleva un incremento de las zonas dedicadas a la producción agraria, parece claro que tenemos que encontrar una manera de mejorar el uso que hacemos del agua en la agricultura, para que cada gota cuente y sirva para producir alimentos para nuestra población”. Proyecto de vanguardia de presente y de futuro.
“Es indudable la contribución de los satélites a reducir las emisiones”

Es director de Expansión Nacional e Internacional y de la Unidad de Negocio de Fabricación Avanzada, por lo que conoce a la perfección cuáles son los retos que, en forma de oportunidades, tiene actualmente el espacio. Su participación en la mesa redonda, moderada por la adjunta a la Dirección de Diario JAÉN, Manuela Rosa Jaenes, fue muy interesante, Dijo Isaac Pérez Fafian: “El continuo desarrollo tecnológico, que permite seguir bajando el coste de lanzamiento y operación de un satélite, es uno de los principales objetivos. El coste de lanzar un satélite se ha reducido en un factor de 10 cada década. Esto lo hace accesible a nuevas aplicaciones y, por lo tanto, es capaz de resolver nuevos problemas”. Y puso un ejemplo: “Mayor precisión en previsiones meteorológicas o detección temprana de incendios, además de las mejoras en la comunicación que nos permiten tener conexión a internet de gran calidad, a bajo precio, en cualquier punto de la tierra”. Explico, que, en este sentido, la entidad que dirige, conocida como FIDAMC, contribuye siendo pionero con nuevas tecnologías y materiales para la fabricación de los satélites y lanzadores del futuro.
Por otra parte, expuso como reto la sostenibilidad. “Es indudable la contribución de los satélites a reducir las emisiones. Por ejemplo, optimizando rutas de tráfico aéreo, marítimo o terrestre. Sin embargo, hemos pasado de decenas de satélites lanzados al año hace solo pocas décadas a miles actualmente. Esto presenta el reto de la retirada y reciclaje al fin de la vida útil, para el cual tenemos que trabajar activamente”, subrayó Isaac Pérez.
No quiso pasar por alto un tercer objetivo: el Talento. Y subrayó: “El pasado, presente y futuro del sector lo crean personas. Debemos de ser capaces de inspirar a las futuras generaciones para formarse y desarrollar las carreras en el ámbito espacial. Solo eso permitirá conseguir lo que a día de hoy es inimaginable”.
Lo mismo que el resto de participantes en este foro cibernético, se mostró convencido de la repercusión transformadora que tiene la tecnología espacial en el cambio climático.
“Nuestro objetivo es aportar soluciones y propuestas a problemas emergentes”

El Grupo de investigación que dirige en la Universidad de Jaén (Grupo SEJ-399 Decomesi, Derecho Común Europeo y Estudios Internacionales) forma parte del Sistema de Información Científica de Andalucía (SICA) y está compuesto por investigadores de universidades de andaluzas, así como procedentes de otros países europeos. Se trata de un grupo desde el que se desarrollan investigaciones sobre varios asuntos de actualidad, entre los que destacan la lucha contra el cambio climático, la inteligencia artificial y la gobernanza del espacio ultraterrestre. “Nos dedicamos al estudio interdisciplinar de temas de vanguardia que combinan el derecho internacional, la tecnología y los desafíos globales contemporáneos. Entre sus principales áreas de investigación se encuentran las relativas a la gobernanza del espacio ultraterrestre, la inteligencia artificial y la lucha contra el cambio climático. Estas tres materias no solo representan campos cruciales para el desarrollo del derecho en el siglo XXI, sino que también plantean interrogantes complejas que requieren un enfoque multidisciplinar”, subraya el profesor universitario Víctor Gutiérrez Castillo.
El grupo, compuesto por expertos en diferentes disciplinas de las ciencias sociales y jurídicas, tiene como objetivo aportar soluciones y propuestas normativas a problemas emergentes en estos ámbitos, de tal forma que contribuye de manera significativa al conocimiento académico y a la regulación efectiva de estas cuestiones. “El equipo analiza los vacíos legales y los desafíos jurídicos derivados de la exploración y explotación de recursos en el espacio exterior. Con el aumento de la actividad privada y estatal en el ámbito espacial, desde el grupo investigamos cómo avanzar en la gobernanza del espacio y cómo desarrollar nuevas regulaciones que aseguren una gestión equitativa y sostenible del espacio ultraterrestre. Este enfoque es esencial en un contexto donde las tecnologías avanzadas están acelerando el uso comercial y científico de éste y donde ya se está aplicando con éxito la inteligencia artificial”, añade. Interesante aportación desde el punto de vista de la Universidad.
“Ofreceremos tecnología puntera para la mejora de la producción agrícola”

“Desde la Agencia Espacial Española estamos apostando por tecnologías que ya está mejorando la agricultura y que, en un futuro, facilitará que esta sea más precisa, sostenible e inteligente. Atendemos no solo en el sector ‘upstream’, el de poner en órbita y operar sistemas satelitales, sino en el ‘downstream’, poniendo el foco en las necesidades de la ciudadanía. Esto está dando lugar a un sector enfocado en los usos del espacio que emerge con pujanza”. María José Montilla está convencida de la necesidad de una labor que se puede apreciar en las convocatorias trazadas por valor de 104 millones de euros, gracias a una agencia que se creo hace apenas un año. “Somos miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), sin la que el desarrollo del sector en España no se entendería, de Eumetsta, que da servicios de meteorología y clima, y también participamos en Comités de la Unión Europea, que pone el foco en los usos de los sistemas espaciales”, manifiesta una mujer que es ejemplo para otras muchas mujeres.
Los programas en los que trabaja asegura que dan servicios que incluyen meteorología, gestión de recursos hídricos, cartografía del territorio, prevención de contaminación, de incendios, seguimiento de desastres naturales, etcétera. “Volviendo a las oportunidades que estamos generando desde la Agencia Espacial Europea, por ejemplo, tenemos abierta ahora mismo, y hasta el 28 de octubre, la convocatoria Incubed, mediante un proceso de habilitación de empresas para que presenten sus proyectos cuya gestión posterior corre a cargo de la ESA, con el fin de desarrollar productos y servicios innovadores que generen o exploten imágenes y datos de observación de la Tierra”. Es muy amplio e interesante su campo de trabajo: “En relación a la agricultura, muchos proyectos están desarrollando tecnologías que ofrecerán soluciones para la mejora de la producción agrícola a través de cámaras que captan imágenes en diferentes espectros y que nos permiten conocer el estado de los cultivos”. Ciencia y tecnología espacial aplicada al campo, lo que nunca podían imaginar los agricultores.