Condenados por maltratar a la anciana a la que cuidaban
La mujer, que dependía de ellos, sufría agresiones, era sedada en exceso para que no molestara y la ataban a la cama
Tomás R. P. y su esposa Amadora C. L. aceptaron ayer una condena de 21 meses de cárcel por maltratar a una anciana, de 87 años, que estaba a su cuidado. La mujer, que es tía de la procesada, sufría “agresiones continuas” por parte de su sobrino político, que eran conocidas “de sobra” por su sobrina y que no hacía nada para evitarlas. Además, para que no molestara, la ataban a la cama con vendas y le daban más sedación de la que realmente precisaba. Los dos reconocieron estos hechos ante la magistrada Carmen Carpio, titular del Juzgado de lo Penal número 2. Admitieron el delito en virtud del acuerdo de conformidad que alcanzaron con la Fiscalía. Inicialmente, el Ministerio Público solicitaba tres años de prisión.
Los hechos se remontan al mes de junio de 2014. La sentencia explica que Tomás y Amadora eran los encargados del cuidado y de la atención completa de la anciana, nacida en agosto de 1929. La octogenaria era completamente dependiente de ambos acusados para su atención diaria. De hecho, su avanzada edad le impedía valerse por sí misma en las actividades cotidianas. Por eso, sus sobrinos la tenían a su cargo en su casa de Campillo del Río.
Fue durante la convivencia cuando la sometieron a los malos tratos por los que ambos han sido condenados. La resolución judicial habla de que la anciana sufría “agresiones continuas en la cara y en las extremidades” por parte de Tomás R. P. Unos golpes que eran conocidos “de sobra por la otra acusada”. Es más, para que no les ocasionara molestias, solían sedarla “en demasía” y la ataban a la cama mediante la utilización de vendas. Esa inmovilización, que no estaba prescrita por ningún facultativo, y las agresiones le originaron lesiones, consistentes en hematomas. La mujer tuvo que recibir una primera asistencia sanitaria. Además de los 21 meses de prisión, la pareja tendrá que indemnizar a la víctima con 300 euros y no podrán acercarse a ella durante cinco años.
La anciana, que actualmente tiene 87 años, reside en una residencia. Uno de sus hermanos, Luis López, que es actualmente su tutor legal, aseguraba que la Justicia “se había quedado corta” castigando a Tomás R. P. y a su sobrina Amadora “solo con 21 meses de cárcel”. “Lo que hicieron con mi hermana fue inhumano”, sostiene este hombre, que estaba citado como testigo.