Condenados dos menores por obligar a otro a “lamer caca”

Cumplirán fines de semana de arresto domiciliario

15 dic 2016 / 11:16 H.

El Juzgado de Menores de Jaén ha condenado a dos adolescentes, alumnos de un instituto de Sierra Mágina, por acosar a un compañero de clase, al que humillaron. Sometieron a la víctima a todo tipo de vejaciones durante semanas. El chico fue objeto de las típicas gracietas e insultos, pero también fue obligado a realizar prácticas degradantes, como “lamer la caca de un perro”. La Justicia ha considerado a ambos alumnos autores de un delito de vejaciones injustas y, como castigo, los obliga a pasar varios fines de semana de arresto domiciliario y a que realicen tareas socio-educativas. El objetivo de estas medidas es que comprendan y sean conscientes de la gravedad de su acción, tal y como explican fuentes judiciales cercanas al caso. También se incluye el pago de una indemnización para los progenitores de la víctima de 5.000 euros. La sentencia, que ya ha sido notificada, es prácticamente coincidente con las peticiones que contenía el escrito de alegaciones presentado por la Fiscalía. No obstante, la resolución todavía se puede recurrir ante la Audiencia Provincial.

De esta forma, se confirma uno de los casos de acoso escolar más graves de los registrados en la provincia en los últimos años. De hecho, en varios de los episodios participaron más adolescentes, también del mismo centro educativo. Sin embargo, como tenían menos de 14 años en el momento en que ocurrieron los hechos, no eran imputables y, por lo tanto, no podían ser juzgados.

Los hechos se remontan al pasado curso lectivo. La víctima es un adolescente que presenta “cierto retraso cognitivo e intelectual”. Compartía aula con los dos chicos condenados por vejarlo en un instituto del pueblo de Sierra Mágina. La sentencia relata que fue sometido a diversos episodios humillantes. El denunciante explicó que lo insultaban, que se metían con su aspecto físico y que se reían de él con desprecio. Añadió que sus compañeros de instituto fueron más allá. El adolescente contó que lo grabaron mientras hacía sus necesidades en el aseo del centro educativo y que compartieron el vídeo por un grupo de “WhatsApp”, un vídeo que no llegó a hacerse público. También habló de que lo tiraron a un contenedor de basura y que, incluso, lo obligaron “a oler y lamer la caca de un perro”. Todos estos episodios, que se prolongaron durante varias semanas, han sido considerados como probados por la magistrada de Menores, María Teresa Carrasco, quien da plena credibilidad al testimonio de la víctima.

Hay que recordar que en el juicio, celebrado a finales del pasado mes de octubre, los dos menores acusados negaron los hechos y defendieron su inocencia. La sentencia se puede recurrir.

38 casos diarios en el teléfono del Ministerio

El teléfono del Ministerio de Educación contra el acoso escolar (900 018 018) ha recibido 4.714 llamadas desde que comenzó a funcionar, el 1 de noviembre pasado, de las que 1.594 son casos potenciales de este tipo de maltrato, lo que representa una media aproximada de 38 diarios. Así lo explicó el ministro Íñigo Méndez de Vigo este martes en su comparecencia en la Comisión de Educación del Senado que cuando se detectan indicios de acoso, los profesionales que atienden la línea lo ponen en conocimiento de las inspecciones educativas de las comunidades. Y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado si fuera necesario en los “casos más graves” a través de un fichero confidencial. El número funciona todos los días del año, las 24 horas del día y no deja señal en la factura telefónica. Forma parte del Plan Estratégico para la Convivencia en los centros escolares.

Los detalles

pocos casos. Expertos de la Fiscalía y del Juzgado de Menores explican que, en los últimos años, apenas se han producido casos de acoso escolar que hayan tenido que resolverse en los tribunales de Justicia debido a su gravedad. Normalmente, suelen quedarse en el ámbito educativo, ya que se trata de conductas que no son constitutivas de delito y que se resuelven con otro tipo de medidas.

Diálogo. Tanto la Fiscalía como el Juzgado de Menores tratan de buscar una solución consensuada cuando se produce un caso de este tipo. Median entre las familias de la víctima y de los autores para tratar evitar el juicio. Sin embargo, no siempre es posible.

Trabajos. El castigo impuesto a estos dos jóvenes por acosar a un compañero de instituto recoge la realización de trabajos socioeducativos combinados con arrestos de fin de semana en los respectivos domicilios familiares. Se trata de medidas con las que se pretende que ambos comprendan la ilicitud de sus conductas y lo que les ha acarreado desde el punto de vista penal.