Condenado un vidente por abusar de sus pacientes

La Audiencia estima que el tarotista manoseó a dos mujeres con la excusa de “limpiarlas de malas energías”

07 jun 2016 / 13:15 H.

Cuatro años de cárcel y un multa de 1.620 euros. Esa es la condena impuesta por la Audiencia Provincial a un vidente de Linares por abusar sexualmente de sus pacientes durante las sesiones de adivinación. Los magistrados de la Sección Tercera validan las tesis de la Fiscalía y consideran que Enrique S. E. utilizaba su gabinete de adivinación como “tapadera” para sugestionar a mujeres que acudían “a la consulta” y realizarles “tocamientos libidinosos” con la excusa de “limpiarlas de malas energías”. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

La sala estima que el hombre, de 69 años, se hacía pasar por vidente para echar las cartas en local de la céntrica calle Argüelles de Linares. Así, el 27 de enero de 2015, acudió una mujer a la que el acusado le propuso hacerle “una limpieza espiritual porque estaba cargada de energía negativa”. “Con ánimo libidinoso, le pasó las manos por el cuerpo, intentando tocarle el pecho y los glúteos”, relata la sentencia. La víctima tuvo que taparse y retirarse del vidente, que intentó, incluso, darle un beso en la boca.

Al día siguiente, acudió al gabinete otra mujer para que el vidente le echara las cartas. Iba acompañada de otras dos personas, a las que el vidente pidió que se marcharan. La mujer entró a solas en la “consulta”. El tarotista le dijo que tenía que darle “energía”, “una excusa que utilizó para tocarle por todo el cuerpo con ánimo libidinoso”. “Llegó, incluso, a mostrar una erección”, añade la sentencia. La víctima le había preguntado si iba a tener hijos próximamente. Una cuestión que Enrique S. E. utilizó para llevar a cabo sus propósitos. Así, le pidió a la víctima que le mostrara el ombligo. Desde ahí llevó su mano hasta los genitales de la mujer que, cuando se percató de lo que ocurría, le dio un fuerte empujón al tarotista.

La víctima salió corriendo y contó lo que había ocurrido a varias personas que la esperaban en la calle, que fueron las que avisaron a la Comisaría. Ese mismo día, Enrique S. E. era detenido. Al día siguiente, la primera de las mujeres que acudió a la consulta también lo denunció.

El hombre, en el juicio, negó estas acusaciones y explicó que no podía haber cometido esos tocamientos, puesto que era “paralítico” de la mano derecha y no podía moverla. El tribunal sostiene que el acusado no aportó ningún informe médico que acreditara esa supuesta dolencia.

La sala da total credibilidad al testimonio de las dos pacientes, que califica de “coherente, claro y preciso”. Por contra, la sentencia asegura que los actos cometidos por el vidente tenían un contenido “claramente sexual para satisfacer su torpe instinto”.

Abren diligencias a una testigo por mentir

El vidente condenado “construyó” una coartada para tratar de demostrar su inocencia al tribunal. Enrique S. E. explicó a la sala que la víctima de sus abusos sexuales lo había denunciado porque él la había descubierto cuando le robaba la cartera: “Antes de que yo avisara a la Policía, ella llamó a la Comisaría”, explicó el adivinador a la sala. Además, para reforzar esta versión, llevó a una testigo. En concreto, la mujer que, supuestamente, limpiaba su gabinete de tarot en aquella fecha. La empleada ratificó el relato de hechos de su jefe en relación al robo de la cartera. Sin embargo, el tribunal concluye que la mujer mintió. Por ello, ha ordenado la apertura de diligencias por un presunto delito de falso testimonio en causa penal. La sentencia aclara que la versión de la mujer está llena de “evidentes contradicciones”, como la vestimenta que llevaba la víctima aquel día o la forma en que tenía el pelo. La sala también deja entrever que el testimonio de la limpiadora pudo ser “comprado” por el acusado.