Condenado tras admitir que quemó la casa de su pareja

La Justicia estima que el incendio no causó “un grave peligro” para los vecinos

30 ene 2019 / 12:00 H.

Miguel Ángel S. G. ha sido condenado a cinco años y medio de prisión por maltratar a su mujer y quemar de forma intencionada el piso en el que ella vivía en la barriada de La Paz de Linares. El hombre, de 47 años, reconoció ante el tribunal que le metió fuego al inmueble después de mantener una discusión con la víctima y aprovechando que ella se había marchado a la comisaría para interponerle una denuncia por violencia de género. El procesado se reconoció autor de delitos de malos tratos, incendio y maltrato animal, ya que el fuego mató a los dos perros de su pareja. Admitió los hechos después de alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la mujer, que inicialmente solicitaban 20 años de prisión. El pacto pudo cerrarse después de que las acusaciones retiraran de sus conclusiones que el incendio supusiera “un grave riesgo” para la vida de los vecinos del inmueble. Una vez que salga de prisión, donde ya lleva casi tres años, Miguel Ángel S. G. no podrá acercarse a la víctima ni residir en Linares durante los próximos 15 años.

Los hechos ocurrieron el 22 de 2016. A primera hora de la mañana, se produjo una fuerte discusión entre la pareja. Ella logró calmarlo y convencerlo para salir a la calle, con el pretexto de acudir a un banco y entregarle dinero. Sin embargo, en el exterior, Miguel Ángel S. G. la agredió. La mujer se marchó a la Comisaría para denunciar, mientras que él regresó al domicilio conyugal para prender fuego. Los Bomberos hallaron hasta tres focos distintos en el interior de la vivienda. Todos los vecinos del bloque tuvieron que ser desalojados, ya que las llamas y la humareda afectaron a zonas comunes y otros pisos. Los dos perros de la víctima fallecieron por el fuego.

Miguel Ángel S. G. huyó del lugar. Todos los intentos por localizarlo fueron infructuosos. Durante casi una semana, estuvo desaparecido. Consiguió eludir el cerco policial durante seis largas jornadas. En la noche del día 26 —cuatro días después de los hechos— se refugió en una parroquia del cercano municipio de Torreblascopedro. Al sacerdote le dijo que necesitaba ayuda, porque no tenía techo, que llevaba casi una semana sin comer y que había llegado a pie procedente de Cazorla. En este sentido, ocultó los verdaderos motivos de su huida. El párroco lo auxilió, ya que no relacionó a Miguel Ángel S. G. con los sucesos acontecidos en Linares. Finalmente, el agresor fue localizado por una patrulla mientras deambulaba por un polígono de la ciudad linarense. Fue detenido y la juez lo envió a prisión preventiva. Ayer, el hombre aceptó su culpabilidad. Ahora, su defensa peleará por intentar sacarlo de la cárcel en las próximas semanas, dado que ya ha cumplido parte de la condena.

El seguro pagó los destrozos

La aseguradora del edificio corrió con todos los gastos derivados de los daños ocasionados por el incendio. Ahora, Miguel Ángel S. G. tendrá que pagar los 2.329 euros que adelantó la compañía. Es la responsabilidad civil que se establece en la sentencia. Una resolución que ya es firme, puesto que en el acuerdo entre las partes la defensa se compromete a no recurrirla.