Condenado a prisión por espiar a su novia con el móvil
Instaló en el teléfono una aplicación para “descubrir los secretos” de su expareja
Condenado. El Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén ha sentenciado a dos años y medio de prisión a un joven de 23, J. F. J., además de al pago de una multa de 1.620 euros, por instalar un sistema espía en el móvil de su pareja sin que esta lo supiera. De acuerdo con los hechos probados que se recogen en la sentencia, el acusado obtenía así “acceso a las conversaciones telefónicas de la misma, que grababa el contenido de sus mensajes de correo electrónico y WhatsApp, fotografías, ubicación, contraseñas, claves bancarias, pudiendo efectuar fotografías desde el teléfono de ella y verla a través de las cámaras del aparato”, informó Europa Press.
La condena es por un delito de revelación de secreto con el agravante de parentesco, ya que la jueza considera que la prueba practicada en el juicio celebrado el pasado 4 de septiembre es “suficientemente clara, sólida y consistente” para considerar “incuestionable el ánimo subjetivo del acusado de descubrir los secretos” de su entonces pareja.
A la hora de establecer el agravante de parentesco, la jueza argumenta que no ha quedado acreditado que la intención del acusado fuera proteger a su pareja de una amenaza externa. De hecho, durante el juicio, J. F. J. aseguró que lo hizo por “sobreprotegerla”, ya que “tenía miedo de que le pasara algo” puesto que, según su versión, la joven estaba recibiendo “amenazas de violación y muerte” y “ella no quería denunciar por miedo”. La sentencia establece que el acusado instaló el sistema espía sin advertir de ello a su pareja “para conseguir su propósito de saber siempre dónde estaba, conocer sus actividades y sus conversaciones”. Una vez instalado, le entregó el móvil para su uso. Según declaró la joven en el juicio, fue un regalo.
Tal fue la situación de control que la chica llegó a sospechar de que el acusado conociera en todo momento cada uno de sus pasos. En julio de 2015, se dio cuenta de que tenía instalado un sistema espía en el móvil y optó por acabar con sus nueve meses de relación sentimental e interponer la correspondiente denuncia en la Policía Nacional. La joven víctima declaró en el juicio que se enteró por una pareja de amigos de que tenía el móvil “pinchado”, ya que el acusado se lo comentó a uno de ellos.
La sentencia sí absuelve a J. F. J. de tres delitos de coacciones y una falta de vejaciones injustas por los que también acusaba inicialmente el Ministerio Público. No obstante, establece en la condena tres años de alejamiento y de prohibición de comunicación con la víctima por cualquier medio. Además, el joven deberá hacer frente a una quinta parte de las costas procesales.
La pena impuesta conlleva el ingreso en prisión de este joven que carece de antecedentes penales. La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación ante la Audiencia de Jaén.