Condena a un contable que “cogió” dinero de su empresa

Acepta un castigo de tres años de cárcel por falsedad y apropiación indebida

10 dic 2015 / 11:31 H.

Tomás C. R. fue el contable de una conocida empresa textil de Úbeda. Ocupó el cargo hasta el año 2009, cuando los responsables de la firma descubrieron un importante “agujero” en las cuentas de la sociedad. Tras una larga y compleja investigación judicial que ha durado varios años, ayer, este profesional de las finanzas admitió su culpabilidad en un desfase valorado en 122.489 euros. Es decir, que se quedó con ese dinero “en su beneficio”. Y, como castigo, aceptó una condena de tres años de cárcel por delitos de falsedad documental y apropiación indebida. El acuerdo alcanzado con la Fiscalía y con la acusación particular —que inicialmente solicitaban seis años de privación de libertad— permitirá a Tomás C. R. eludir la prisión, ya que las penas impuestas por separado por cada uno de los delitos son inferiores a dos años.

La sentencia, que se dictó “in voce” por los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia, establece como hechos probados que el contable, aprovechándose de su condición y de su cargo, realizó “multitud de alteraciones” en los registros de la empresa textil para la que trabajaba. Así, simuló pagos, alteró los saldos de los proveedores e, incluso, reflejó ventas ficticias a clientes inexistentes. De esta manera, manipuló los balances y saldos de cierre y apertura de los ejercicios. Su intención era “maquillar” las cuentas para ir quedándose con el dinero de la sociedad.

Inicialmente, las acusaciones estimaban que se había apropiado de casi medio millón de euros mediante este “modus operandi”. Ayer, en el acto del juicio, rebajaron de manera sustancial esa cantidad que, finalmente, se quedó en 122.489 euros. Tomás C. R. deberá devolver el dinero a la empresa textil en concepto de responsabilidad civil.

El acuerdo entre las partes fue posible gracias a que la Fiscalía y la acusación particular redujeron también su petición de castigo. Así, de los seis años de cárcel que solicitaban al principio se pasó a un año y nueve meses por el delito de falsedad y quince meses de prisión por el de apropiación indebida. De esta manera, el contable podrá beneficiarse de la suspensión de la condena, siempre y cuando haga frente a la responsabilidad civil —es decir, que devuelva el dinero que se embolsó— y no vuelva a cometer delito durante los próximos años. La decisión de conceder esa suspensión corresponde a la propia sala de la Sección Tercera de la Audiencia. La sentencia ya es firme, por lo que no se puede recurrir.