Condena a tres hombres por atracar un salón de juegos
La juez impone tres años y medio de cárcel para cada uno por robo con violencia
Tres años y medio de cárcel. Ese es el castigo que han recibido los tres vecinos de Cazorla acusados de atracar un salón de juegos en Úbeda, unos hechos que se remontan a la tarde del pasado 18 de mayo. La juez los considera autores de un delito de robo con violencia e intimidación y les impone la condena mínima, en consonancia con lo solicitado por la Fiscalía.
En el juicio, celebrado el pasado jueves, los dos autores materiales del atraco, Manuel A. V. y Mario S. R., admitieron los hechos, aunque lo hicieron de forma parcial: Reconocieron que, en la tarde del 18 de mayo, entraron en el casino, con los rostros cubiertos por pasamontañas, que amenazaron al encargado con un bate de béisbol y que se llevaron una caja de caudales con 3.000 euros.
El tercer implicado, Francisco J. Q., negó cualquier participación en los hechos y que había viajado desde Cazorla hasta Úbeda con los otros acusados para ver a una familiar. La juez califica esta versión como “absurda”. Por eso, la sentencia considera que también era integrante de la banda de atracadores. Realizaba las labores de vigilancia en el exterior y, además, era el encargado de conducir el vehículo en el que huyeron.
¿En qué se basa la juez para condenarlo? Fundamentalmente, en el testimonio de una testigo que presenció la escapada de los ladrones. “Vi a dos hombres que tenían puesto un pasamontañas, lo que me extrañó muchísimo, porque hacía mucha calor. Se cambiaron de ropa y se juntaron con un hombre mayor, con el pelo cano. Los tres se montaron en un coche”, relató la mujer, a través de videoconferencia. Tanto le extrañó la escena que sacó su teléfono móvil y la grabó a escondidas. Además, avisó a la Policía y dio detalles fundamentales como la marca, el modelo, el color y la matrícula del coche en el que iban los ladrones. Se puso en marcha una “operación jaula” para localizarlos y detenerlos. Fueron interceptados en Torreperogil, donde habían tratado de pasar desapercibidos entrando en un bar o paseando por sus calles. Sin embargo, la Guardia Civil consiguió identificarlos, arrestarlos y, además, recuperar todo el botín.
Desde entonces, estaban en prisión preventiva. Además de la participación en los hechos de Francisco J. Q., lo que se discutió en el juicio fue el castigo que debían recibir los dos autores confesos del atraco. Ambos solicitaron castigos mínimos e, incluso, uno de ellos pidió que se le aplicara la atenuante de trastorno psíquico. Entendía que su cliente, literalmente, había sido “arrastrado” a entrar en el casino para atracarlo. Sin embargo, su señoría entiende que los tres deben ser castigados por igual y, por ello, les impone tres años y medio de cárcel a cada uno por un delito de robo con violencia, con las agravantes de uso de arma y disfraz y las atenuantes de drogadicción.
La sentencia, que todavía no es firme, no establece responsabilidad civil alguna. Y es que el botín fue recuperado íntegramente por la Guardia Civil. Además, el empleado del salón de juego, que resultó con heridas al huir del lugar nada más entrar los atracadores, tampoco reclamó por los daños sufridos.