Compromiso con el medio ambiente

Mercadona apuesta fuerte por reforzar su compromiso con la sostenibilidad del planeta. Así lo demuestra el triple objetivo que se ha marcado la compañía en este sentido, a saber, reducir un 25 por ciento de plástico, conseguir que todos los envases de plástico sean reciclables y reciclar todo el residuo plástico que se genere de la actividad propia de las tiendas. Para lograrlo, ha puesto en marcha la Estrategia 6.25. Seis porque ese es el número de iniciativas puestas en marcha para cumplir su triple objetivo en sostenibilidad; veinticinco porque el horizonte para alcanzar su meta es el año 2025.

No se trata de algo nuevo para Mercadona. La empresa ya venía trabajando desde hace tiempo en una estrategia propia de gestión medioambiental en la que se aplican los principios de economía circular, esto es, aprovechar los recursos al máximo en base a una logística sostenible, más eficiencia energética, gestión medioambiental de los residuos, producción sostenible y reducción del plástico, todo ello garantizando siempre la seguridad alimentaria y la calidad de los productos. De hecho, el año pasado Mercadona invirtió 44 millones de euros en gestión medioambiental de sus recursos. Sin embargo, no fue hasta principios de 2020 cuando se acabó de definir este nuevo proyecto con sello propio. Ya es conocido de sobra el afán de la compañía por hablar su lenguaje, en el que, por ejemplo, el “jefe” es el cliente. De hecho, una de las novedades que incorpora la nueva estrategia es hacer partícipe al “jefe” de la misma y que este sea consciente de cuáles son los pasos que Mercadona está dando para cumplir el triple objetivo de desarrollo sostenible. Se pretende, del mismo modo, crear conciencia al respecto. Aunque aún se trata de un experiencia piloto, a finales de este mes se habrá implantado en 72 tiendas a nivel nacional. La tienda que Mercadona tiene en la carretera de Torrequebradilla es ya una de estas.

Nada más entrar al local, al “jefe” le queda claro cuál es el mensaje que quiere transmitir la empresa: seguir trabajando por cuidar el planeta. Así se indica en los carteles que explican cuáles son las seis acciones antes apuntadas. A medida que se avanza por cada una de la secciones, el “jefe” también comprueba, a través de carteles de diferentes tamaños, algunos de las claves de la Estrategia 6.25. Uno de los casos más evidentes se da en la sección de Bebidas, donde un vinilo de considerable tamaño recuerda que la “vida” de envases empleados en la misma continúa en el contenedor amarillo. Destaca también en este sentido los pictogramas que se incluyen en los envases y que indican en qué papelera han de depositarse para su reciclaje. De esta forma, se ayuda al “jefe” a que pueda contribuir a la estrategia de economía circular desde su propia casa. Cabe resaltar que, por ejemplo, las botellas de zumo han pasado a ser de plástico reciclado al cien por cien, lo cual supone dejar de usar 670 toneladas de plástico nuevo y se consigue dar una segunda vida a los residuos.

Por otro lado, Mercadona ya no cuenta ni con bolsas de plástico ni con desechables de plástico de un solo uso. Son las dos primeras acciones contempladas en la estrategia, que ya se ejecutan al cien por cien en la tienda jiennense. Una de las principales novedades en este sentido son las bolsas compostables de origen vegetal para hacer la compra, que han de depositarse en los contenedores de residuos orgánicos —los marrones— después de su uso.

Por supuesto, poner la estrategia en marcha ha conllevado una inversión en formación para todos los trabajadores de las Tiendas 6.25. Así, se pretende que sean ellos mismos los que expliquen al “jefe” qué es lo que hace Mercadona en cuanto a la reducción de plásticos y la correcta gestión de estos. Porque luchar por la salud del planeta es cosas de todos.