Comienza el seguimiento a la mosca del olivo, salvo en Jaén

Andalucía da inicio a los controles de vigilancia del cultivo de la aceituna

11 jul 2022 / 08:56 H.
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Pocos males peores en el mundo del olivar existen que la mosca del olivo. La picadura de este insecto puede ser letal para recolectar de forma adecuada el fruto de los olivares y, por ello, conviene hacer controles de vigilancia para evitar que una grave plaga se pueda hacer más grande. Y estas son, precisamente, las fechas más propicias para que la mosca del olivo pueda dar quebraderos de cabeza a los agricultores puesto que las moscas suelen ser mínimas en los meses de invierno, con el calor cobran mayor fuerza y es justo en los meses estivales cuando mayor problemas puede dar. Con respecto a esto, hay que señalar que gran parte de las provincias andaluzas ya están trabajando para hacer un seguimiento, valoración y controles de la misma, sin embargo, la provincia jiennense, junto a Granada, es la única que todavía no está en ello a consecuencia del retraso fenológico y de la floración del olivar.

Actualmente en las parcelas de olivar, los frutos ya cuajados están adquiriendo unos calibres que en la mayoría de las provincias son receptivos para la mosca del olivo, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía. Por este motivo, desde la segunda mitad de junio se está llevando a cabo el seguimiento y valoración de la presencia de este agente.

Los olivares de las provincias más occidentales cuentan con un notable adelanto fenológico respecto al resto de provincias, en donde las aceitunas se encuentran más desarrolladas, y por tanto más expuestas al ataque de la mosca del olivo. De hecho, ya se han constatado los primeros frutos picados, siendo las provincias de Sevilla y Cádiz donde se registra una mayor actividad y registrándose unos valores medios provinciales en torno al 0,50% de frutos picados. Además, en la provincia de Cádiz se están realizando los primeros tratamientos fitosanitarios para su control.

Los índices de población son altos en las provincias occidentales, como Cádiz y Sevilla, en donde se registran unos valores medios provinciales en mosqueros mac-phail de 12 y 9 adultos y día, mientras que en Córdoba y Málaga los valores obtenidos son más reducidos, con 3,24 y 5,40 adultos y día, respectivamente. Por otra parte, en Jaén y Granada aún no comenzó el seguimiento como consecuencia del retraso fenológico.

En cuanto a las capturas registradas en las trampas cromotrópicas, las poblaciones de adultos son algo más reducidas; no obstante, por los datos obtenidos destaca la provincia de Sevilla, con un valor medio provincial de 8,80 adultos/trampa y día, seguida de Cádiz, con 3,50, y Málaga, con 2,50. Sin embargo, aunque los datos son buenos de momento desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía aconsejan continuar con la recolección de datos y estar pendientes de la situación para que el fruto de los olivares y las cosechas no se echen a perder con motivo de los problemas que causa esta plaga.

Además, conviene recordar que uno de los productos insecticidas más utilizados en los campos para acabar con la mosca del olivo pasará a estar prohibido a partir del mes de noviembre del presente año. Así las cosas, el fosmet, insecticida organofosforado de amplio espectro que se utiliza, entre otras cosas, para el control de la mosca del olivo, dejará de utilizarse, de manera definitiva, en la Unión Europea, el próximo 1 de noviembre, tras el periodo de gracia concedido por la Comisión, ya que, de hecho, debería de haber dejado de utilizarse en estos momentos porque los países miembros deberían haber retirado la autorización de los productos fitosanitarios que contengan este componente el pasado 1 de mayo.

Así lo señaló un reglamento de la Unión Europea que justificaba esta decisión tras la emisión de un informe científico por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que, según señalaba detectó un riesgo inaceptable para los operadores, trabajadores, circunstantes y residentes, incluso con el uso de equipos de protección individual o la aplicación de las medidas de mitigación disponibles. También detectó un riesgo agudo y crónico para los consumidores y los organismos acuáticos, y un riesgo elevado para los animales. Por ello, para combatir la plaga toca tratar con otros productos en la actualidad.

Jaén